¿Qué es el phishing? Los 12 ejemplos más terribles (2023)

Por Tibor Moes / Actualizado: mayo 2023

¿Qué es el phishing? Los 10 ejemplos más terribles (2023)

¿Qué es el phishing?

Imagine que está en un bullicioso mercado de agricultores. Entre los puestos repletos de fruta fresca y miel local, hay uno que no está del todo bien. Su cartel promete ofertas increíbles, pero es un truco, una estafa para arrebatarle su dinero y salir corriendo. Esto, en esencia, es el phishing en el mundo digital. Es astuto, es engañoso y es más común de lo que cree.

Quédese con nosotros mientras exploramos los ejemplos de phishing más notorios que han tenido lugar, para ayudarle a evitar caer en la trampa.

¿Qué es el phishing? El phishing es un intento de robar la información personal de alguien por medios engañosos. Los piratas informáticos utilizan correos electrónicos de phishing y sitios web falsos para acceder a sus credenciales de inicio de sesión y a sus datos bancarios.

No se convierta en víctima del phishing. Proteja sus dispositivos con el mejor software antivirus y su privacidad con la mejor VPN.

Los ejemplos de phishing más terribles

He aquí los ejemplos de phishing más terribles:

  1. Ciberguerra estonia (2007): Estonia sufrió un ciberataque masivo que interrumpió los principales servicios en línea durante semanas. El ataque, sospechoso de proceder de piratas informáticos rusos, puso de relieve el potencial destructivo de la guerra cibernética.
  2. Ataque a HBGary Federal (2011): La empresa de seguridad estadounidense HBGary Federal fue atacada por el grupo de hackers Anonymous tras una amenaza de exponer a sus miembros. El hackeo expuso datos sensibles de la empresa, causando daños financieros y de reputación.
  3. Brecha de seguridad de RSA (2011): RSA, una empresa líder en ciberseguridad, fue víctima de un importante ataque de phishing. Esta brecha puso en peligro los datos de millones de clientes globales de RSA.
  4. Operación Aurora (2009-2010): Este ciberataque rastreado hasta China tuvo como objetivo grandes corporaciones, robando datos valiosos y cuentas de usuarios. La operación subrayó la importancia de unas medidas de ciberseguridad sólidas.
  5. Hackeo de Twitter de AP (2013): El Ejército Electrónico Sirio secuestró la cuenta de Twitter de Associated Press, provocando un breve desplome bursátil al difundir noticias falsas, mostrando el impacto financiero de la desinformación.
  6. Ataque de phishing a Google y Facebook (2013-2015): Evaldas Rimasauskas engañó a Google y Facebook para que pagaran más de 100 millones de dólares en facturas fraudulentas. Su condena a prisión supuso una rara victoria legal en la ciberdelincuencia.
  7. Hackeo de Sony Pictures (2014): Sony Pictures sufrió un importante hackeo, presuntamente a manos de piratas informáticos norcoreanos, que provocó importantes daños financieros y la filtración de datos confidenciales. Este incidente puso de relieve la necesidad de una ciberseguridad sólida.
  8. Ataque a la campaña presidencial de Hillary Clinton (2016): Piratas informáticos rusos conocidos como Fancy Bear atacaron la campaña de Hillary Clinton con la intención de influir en las elecciones estadounidenses. Esta brecha provocó la publicación de correos electrónicos privados e información sensible de la campaña.
  9. Ataque de ransomware WannaCry (2017): El ciberataque WannaCry de 2017 dejó a la gente sin acceso a sus ordenadores en todo el mundo, pidiendo un rescate. El ataque afectó a todos, desde particulares a organismos gubernamentales, y costó miles de millones de dólares.
  10. El ataque NotPetya (2017): El ataque del ransomware NotPetya en 2017 afectó a numerosas organizaciones de todo el mundo, causando pérdidas estimadas en más de 10.000 millones de dólares. Cabe destacar que el ataque no ofrecía ningún método de descifrado, ni siquiera si se pagaba un rescate.
  11. Violación de datos de Marriott (2018): Marriott reveló una violación masiva de datos en 2018 que había comprometido los datos de los huéspedes desde 2014. Esta brecha, que se cree que está vinculada a China, afectó a unos 500 millones de huéspedes.
  12. Ataque VIP a Twitter (2020): En 2020, una importante brecha en Twitter provocó el pirateo de cuentas de alto perfil. El ataque, cuyo origen se remonta a un joven de 17 años de Florida, tuvo una repercusión mundial debido a la influencia internacional de las cuentas atacadas.

Siga leyendo para obtener más detalles sobre cada ejemplo de phishing.

1. La ciberguerra de Estonia (2007)

Era un día de primavera de 2007 cuando la vida digital en Estonia se paralizó por completo. Durante casi tres semanas, una oleada de incesantes ataques de phishing y DDoS tuvo como objetivo los sitios web del gobierno, la banca y los medios de comunicación, dejándolos prácticamente inaccesibles. Esto se conoce como la Ciberguerra de Estonia.

¿Los culpables? Un grupo de hackers sospechosos de tener vínculos con Rusia, enfadados por el traslado de una estatua de la era soviética en la capital de Estonia, Tallin. El ataque se dejó sentir en todo el país, convirtiéndose en uno de los ciberataques más extensos que una sola nación había soportado hasta entonces. Fue una clara demostración de cómo la guerra cibernética podía desestabilizar eficazmente la infraestructura digital de todo un país.

El daño financiero fue significativo, aunque la cifra exacta sigue sin revelarse. Miles de estonios se encontraron sin poder acceder a los servicios en línea, lo que subraya el impacto profundamente personal de esta embestida digital.

La naturaleza de los datos comprometidos fue muy amplia, afectando a las operaciones gubernamentales y exponiendo potencialmente información sensible de los ciudadanos. Tras el incidente, Estonia adoptó medidas significativas para reforzar sus ciberdefensas, convirtiéndose en una figura destacada de la ciberseguridad mundial. Esta capacidad de recuperación ha convertido un oscuro capítulo de la historia digital de Estonia en un trampolín para convertirse en una potencia de la ciberseguridad.

A pesar de la tensión internacional tras el ataque, las consecuencias legales directas para los autores han sido esquivas, principalmente debido a los desafíos de la atribución en la guerra cibernética.

2. El ataque federal de HBGary (2011)

A principios de 2011, la empresa de seguridad HBGary Federal estuvo en el punto de mira de un grave asalto digital. El ataque duró apenas unos días pero tuvo efectos devastadores.

Los hackers no eran otros que el infame colectivo conocido como Anonymous. Este tenebroso grupo tomó represalias después de que el director general de HBGary Federal, Aaron Barr, afirmara haber identificado a miembros clave de la red Anonymous y amenazara con denunciarlos.

Los objetivos eran principalmente los empleados de HBGary Federal, pero las repercusiones se extendieron a la industria de la ciberseguridad en general. Los efectos se dejaron sentir más a nivel nacional que internacional, ya que HBGary Federal era una empresa con sede en Estados Unidos.

El daño financiero fue considerable, y HBGary Federal se disolvió esencialmente en las secuelas. El número de personas directamente afectadas fue relativamente pequeño, pero aun así significativo, dada la naturaleza sensible del negocio de HBGary Federal.

Los datos robados eran un verdadero tesoro para los piratas informáticos: una mezcla de datos personales de los empleados y correos electrónicos sensibles de la empresa. Éstos se publicaron rápidamente en Internet, lo que supuso un importante bochorno para la empresa.

En términos de secuelas y contramedidas, el suceso sirvió de llamada de atención a las empresas sobre la importancia de unas prácticas de seguridad sólidas. El suceso fue una mancha negra en la reputación de HBGary Federal, que condujo a la disolución final de la empresa.

En cuanto a las consecuencias legales, fueron mínimas. A pesar de la naturaleza de alto perfil del ataque, los autores, ocultos tras el velo de Anonymous, escaparon en gran medida a las represalias legales. Esto sirvió como un recordatorio aleccionador de los retos que supone llevar a los ciberdelincuentes ante la justicia.

3. La brecha de seguridad de RSA (2011)

Marzo de 2011 marcó un día negro en la historia de RSA, una de las principales empresas de ciberseguridad del mundo. En el transcurso de apenas unos días, se desarrolló un astuto ataque de phishing que provocó una importante brecha en los sistemas de seguridad de RSA.

El ataque fue lanzado por piratas informáticos no identificados, aunque algunos informes sugirieron posteriormente vínculos con una entidad de un estado-nación debido a la sofisticación del ataque. Los hackers elaboraron hábilmente un correo electrónico que parecía bastante inocente -simplemente un plan de reclutamiento- que fue enviado a varios empleados de RSA. Un clic fue todo lo que necesitaron los atacantes para introducirse en los sistemas de RSA.

La principal víctima fue la propia RSA, pero los efectos dominó de la brecha se dejaron sentir en sus numerosos clientes de todo el mundo, que confiaban en los tokens de autenticación SecurID de RSA para su propia seguridad.

El daño financiero era difícil de calcular, pero en términos de reputación, fue un golpe importante para una empresa especializada en seguridad. Fue un duro recordatorio de que incluso aquellos encargados de asegurar el mundo digital no eran inmunes a este tipo de amenazas.

Los datos comprometidos estaban relacionados con los productos de autenticación de dos factores SecurID de RSA, poniendo potencialmente en riesgo los datos de millones de usuarios en todo el mundo. Tras el ataque, RSA emprendió un esfuerzo masivo para sustituir los tokens de sus clientes, demostrando su compromiso con su seguridad a pesar de la brecha.

Aunque el suceso supuso un revés, RSA aprendió valiosas lecciones, mejorando sus medidas y protocolos de seguridad. En cuanto a las consecuencias legales, la naturaleza encubierta del ataque dificultó la detención de los autores, lo que subraya los retos a los que se enfrentan las fuerzas de seguridad en el ámbito digital.

4. Operación Aurora (2009-2010)

A mediados de diciembre de 2009 comenzó una serie de ciberataques que duraron hasta febrero de 2010. La campaña, bautizada posteriormente como “Operación Aurora”, fue una embestida dirigida contra varias grandes empresas, entre ellas el gigante tecnológico Google.

Esta sofisticada operación de phishing se rastreó hasta China, y algunos sugieren la participación de piratas informáticos patrocinados por el Estado. Su objetivo eran varias empresas tecnológicas y de seguridad de alto perfil, como Adobe, Juniper Networks y Symantec, con el fin de robar propiedad intelectual y acceder a las cuentas de los usuarios.

El alcance del ataque fue internacional, ya que las empresas atacadas tenían su sede en Estados Unidos, pero sus operaciones y usuarios se extendían por todo el mundo.

Aunque el daño financiero exacto sigue sin revelarse, la pérdida potencial en propiedad intelectual y los costes asociados al control de daños podrían ser enormes. Este incidente no sólo afectó a las empresas implicadas, sino potencialmente a millones de usuarios de todo el mundo, que podrían haber visto comprometidos sus datos personales.

Google anunció que se había robado propiedad intelectual y que otro ataque había tenido como objetivo las cuentas de Gmail de activistas chinos de derechos humanos. En respuesta, Google introdujo cambios significativos en sus operaciones en China.

Las secuelas de la Operación Aurora condujeron a una mayor atención a la ciberseguridad en toda la industria tecnológica, impulsando a las empresas a reforzar sus defensas y cooperar en mayor medida en respuesta a las amenazas compartidas.

Las consecuencias legales fueron mínimas. A pesar de que se identificó el origen del ataque, las complejidades del derecho internacional y las cuestiones relativas a la atribución en la ciberdelincuencia hicieron difícil llevar a los culpables ante la justicia.

5. El pirateo de Twitter de AP (2013)

El 23 de abril de 2013, la cuenta de Twitter de una de las principales agencias de noticias del mundo, The Associated Press (AP), fue víctima de un escalofriante ataque de phishing. El incidente duró solo unos minutos pero tuvo un impacto asombroso.

El Ejército Electrónico Sirio, un grupo de piratas informáticos leales al presidente sirio Bashar al-Assad, reivindicó la autoría del ataque. Tenían un objetivo en mente: difundir desinformación.

El tuit enviado desde la cuenta comprometida de AP afirmaba que se había producido una explosión en la Casa Blanca y que el entonces presidente Barack Obama había resultado herido. Aunque AP rectificó rápidamente, el daño ya estaba hecho. La falsa noticia provocó un breve pero dramático desplome de la bolsa estadounidense, ilustrando el enorme impacto financiero que puede tener la desinformación.

La naturaleza del ataque fue de alcance internacional, afectando no sólo a la opinión pública estadounidense sino también a los mercados financieros mundiales y a la percepción internacional de la estabilidad de Estados Unidos.

Afortunadamente, ningún dato personal se vio comprometido durante el ataque, pero el incidente puso de relieve el potencial de daño cuando se secuestran fuentes de confianza. A raíz de ello, Twitter puso en marcha varias medidas de seguridad, incluida la autenticación de dos factores, para evitar este tipo de infracciones.

Aunque el Ejército Electrónico Sirio reivindicó la autoría, las complejidades del derecho internacional y el conflicto sirio en curso hicieron prácticamente imposible llevar a los autores ante la justicia.

6. Ataque de phishing de Google y Facebook (2013-2015)

Entre 2013 y 2015, los gigantes tecnológicos Google y Facebook se encontraron en el punto de mira de un audaz ataque de phishing.

El autor, un lituano llamado Evaldas Rimasauskas, demostró que a veces lo único que se necesita es un poco de audacia y mucho engaño. Haciéndose pasar por un reputado proveedor de hardware, Rimasauskas envió facturas fraudulentas a las dos empresas, aprovechándose de su confianza y de la falta de controles internos.

Este ataque iba dirigido a empresas y no a particulares, concretamente a dos de las mayores empresas tecnológicas del mundo. Dadas las operaciones internacionales tanto de Google como de Facebook, el impacto del ataque tuvo una resonancia global.

El daño financiero fue inmenso, ya que Rimasauskas consiguió estafar más de 100 millones de dólares antes de que se descubriera su trama. Los fondos estaban repartidos en múltiples cuentas bancarias, lo que complicó el proceso de recuperación.

Los datos comprometidos eran financieros más que personales, pero el incidente puso de relieve el potencial de pérdidas financieras significativas incluso cuando los datos de los usuarios no son el objetivo directo.

Tanto Google como Facebook reforzaron sus controles internos y sus procesos de verificación en respuesta al ataque, lo que demuestra la importancia de unos controles sólidos para prevenir este tipo de incidentes.

Las consecuencias legales fueron importantes para Rimasauskas. Fue detenido en 2017, extraditado a Estados Unidos y posteriormente condenado a cinco años de prisión, un poderoso recordatorio de que este tipo de ciberdelitos no quedan impunes.

7. El pirateo de Sony Pictures (2014)

A finales de noviembre de 2014, Sony Pictures Entertainment fue presa de un ciberataque paralizante que duraría semanas. El ataque fue un potente cóctel de malware destructivo y técnicas de phishing.

El gobierno estadounidense atribuyó posteriormente el ataque a Corea del Norte, calificándolo como uno de los casos más sonados de presunta ciberdelincuencia patrocinada por el Estado. Los atacantes, que se autodenominaban “Guardianes de la paz”, afirmaron que tomaban represalias contra el estreno previsto de “The Interview”, una película de Sony que representaba el asesinato ficticio del líder de Corea del Norte.

El ataque se sintió en todo el mundo debido a la presencia internacional de Sony, y los daños financieros fueron graves. Sony estimó inicialmente el coste en 15 millones de dólares, pero el coste total, incluyendo la pérdida de negocio y el daño a la reputación, fue probablemente mucho mayor.

El pirateo comprometió una enorme cantidad de datos, incluida información personal de los empleados, películas inéditas y correos electrónicos sensibles de la empresa. Éstos se filtraron posteriormente en Internet, causando un importante bochorno a la empresa.

Sony reaccionó retirando “The Interview” de su previsto estreno a gran escala, una medida que suscitó las críticas de muchos, incluido el entonces presidente Obama. Más tarde, Sony decidió estrenar la película en Internet y en cines selectos.

A pesar de que Estados Unidos acusó formalmente a Corea del Norte, las complejidades internacionales dificultaron las consecuencias legales. El suceso, sin embargo, sirvió de llamada de atención para muchas empresas sobre la gravedad potencial de los ciberataques y la importancia de contar con fuertes medidas de ciberseguridad.

8. Ataque a la campaña presidencial de Hillary Clinton (2016)

En la primavera de 2016, en medio de las acaloradas elecciones presidenciales estadounidenses, un ataque de phishing conmocionó a la nación. John Podesta, presidente de la campaña presidencial de Hillary Clinton, fue víctima de un correo electrónico engañoso que parecía proceder de Google y que le advertía de una posible brecha de seguridad.

El ataque fue posteriormente rastreado hasta un grupo de hackers rusos conocido como Fancy Bear, que tiene presuntos vínculos con el gobierno ruso. Su objetivo estaba claro: influir en las elecciones estadounidenses.

El objetivo principal era la campaña de Clinton, pero el efecto dominó de la filtración tuvo implicaciones nacionales e internacionales. La publicación de los correos electrónicos de Podesta avivó los debates políticos y moldeó la opinión pública durante un periodo crucial de las elecciones.

El daño financiero fue difícil de cuantificar, pero el daño político y de reputación fue significativo. La filtración no sólo afectó a las personas implicadas en la campaña, sino también a millones de estadounidenses que se vieron influidos indirectamente por el discurso público manipulado.

Los datos comprometidos incluían correos electrónicos personales e información sensible sobre la campaña, que posteriormente fueron publicados por WikiLeaks. El ataque ilustró el potencial de daño cuando se exponen las comunicaciones personales, especialmente en el contexto de un acontecimiento político de alto riesgo.

A raíz de ello, se prestó mayor atención a la ciberseguridad en las campañas políticas y se tomaron medidas significativas para protegerse contra futuros ataques. En cuanto a las consecuencias legales, aunque varios ciudadanos rusos fueron acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, las complejidades geopolíticas hacen improbable que lleguen a enfrentarse a un juicio.

9. Ataque del ransomware WannaCry (2017)

En mayo de 2017, el mundo se enfrentó a uno de los ciberataques más extendidos y destructivos hasta la fecha, llamado “WannaCry”. El ataque, que utilizó correos electrónicos de phishing para propagar un software malicioso conocido como ransomware, bloqueó a los usuarios de sus ordenadores hasta que se pagara un rescate.

Los autores siguen siendo desconocidos, pero algunos han sugerido vínculos con Corea del Norte. El ataque no discriminó en sus objetivos, afectando por igual a particulares, empresas y organismos gubernamentales, lo que lo convierte en una verdadera amenaza global.

El daño financiero fue masivo, con estimaciones del coste total que oscilan en miles de millones de dólares. El ataque afectó a cientos de miles de ordenadores en más de 150 países, bloqueando a los usuarios de sistemas y datos críticos.

Los datos comprometidos iban desde archivos personales hasta datos críticos de sistemas sanitarios, ya que el ataque afectó notablemente al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, causando importantes trastornos.

Las contramedidas y las secuelas de WannaCry marcaron un punto de inflexión en las respuestas mundiales a las ciberamenazas. Un joven investigador en ciberseguridad, Marcus Hutchins, encontró un “kill switch” que ayudó a mitigar el ataque, y empresas tecnológicas, firmas de ciberseguridad y gobiernos colaboraron estrechamente para gestionar la crisis.

Aunque se presentaron cargos contra el hacker norcoreano Park Jin Hyok por su presunto papel en la creación del ransomware WannaCry, las consecuencias legales más amplias de este incidente internacional siguen siendo complejas y sin resolver.

10. El ataque NotPetya (2017)

Junio de 2017 trajo consigo una tormenta cibernética que pasaría a la historia. El ataque, apodado “NotPetya”, era una potente y destructiva cepa de ransomware que se hacía pasar por el anteriormente conocido ransomware Petya, pero con una intención más destructiva.

Sospechoso de estar patrocinado por el Estado, el ataque fue rastreado hasta Rusia por varias empresas de ciberseguridad y gobiernos. Inicialmente se dirigió a Ucrania, afectando a empresas, bancos y sistemas gubernamentales, pero pronto se extendió por todo el mundo, causando estragos a su paso.

El daño financiero fue asombroso, con pérdidas estimadas en más de 10.000 millones de dólares. Miles de organizaciones, desde el gigante naviero danés Maersk hasta la farmacéutica estadounidense Merck, se encontraron con sistemas paralizados, lo que afectó a sus operaciones a escala mundial.

Los datos comprometidos eran variados, desde datos personales hasta operaciones empresariales críticas. NotPetya encriptó los archivos de las víctimas, haciéndolos inaccesibles, pero a diferencia del ransomware típico, no tenía ningún mecanismo para desencriptarlos, aunque se pagara un rescate.

En respuesta al ataque, empresas de ciberseguridad, compañías tecnológicas y gobiernos se apresuraron a contener la propagación y ayudar a la recuperación. El suceso provocó una mayor concienciación sobre la importancia de las actualizaciones periódicas de los sistemas y las copias de seguridad.

A pesar de la atribución del ataque a Rusia por parte de varias naciones, las consecuencias legales concretas han sido esquivas, lo que subraya los retos a la hora de hacer frente a la ciberdelincuencia patrocinada por el Estado.

11. La filtración de datos de Marriott (2018)

A finales de 2018, la cadena hotelera internacional Marriott reveló una violación de datos de una magnitud sin precedentes. El ataque, que comenzó ya en 2014 y permaneció sin ser detectado durante cuatro años, fue un duro recordatorio de la persistencia de los ciberdelincuentes.

Se cree que los ciberdelincuentes detrás del ataque están patrocinados por el Estado, vinculados a la agencia de inteligencia china. Su objetivo era la base de datos de reservas de huéspedes de Starwood de Marriott, un rico tesoro de datos personales.

El impacto fue internacional, dada la base mundial de clientes de Marriott. El daño financiero es difícil de cuantificar, pero el golpe a la reputación de Marriott fue significativo. El ataque afectó aproximadamente a 500 millones de huéspedes, lo que lo convierte en una de las mayores violaciones de datos personales de la historia.

Los datos comprometidos incluían información de contacto, números de pasaporte e incluso información encriptada de tarjetas de crédito. La magnitud de la filtración puso de relieve la gravedad de la amenaza que suponen los ciberataques para la privacidad personal.

Marriott respondió notificándolo a los clientes afectados, ofreciéndoles una suscripción gratuita a un servicio de supervisión de información personal y mejorando sus medidas de seguridad. La empresa también eliminó gradualmente los sistemas de Starwood comprometidos.

En cuanto a las consecuencias legales, Marriott se enfrentó a varias demandas y fue multada con 99,2 millones de libras por la Oficina del Comisario de Información del Reino Unido por incumplir el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). El caso puso de relieve las crecientes medidas reguladoras que están adoptando los países para proteger los datos personales.

12. Ataque VIP en Twitter (2020)

En julio de 2020, Twitter se enfrentó a una importante brecha en la que se vieron comprometidas varias cuentas de alto perfil, incluidas las de Barack Obama, Elon Musk y Jeff Bezos.

El ataque fue rastreado hasta un joven de 17 años de Florida llamado Graham Ivan Clark, quien, junto con otros cómplices, manipuló a los empleados de Twitter mediante un ataque de spear-phishing telefónico. Los atacantes consiguieron acceder a los sistemas internos de Twitter y atacaron 130 cuentas, tuiteando una estafa de Bitcoin desde 45 de ellas.

Este ataque, aunque dirigido a individuos, tuvo un alcance global debido a la influencia internacional de las cuentas objetivo. Los tuits llegaron a millones de seguidores y los atacantes consiguieron amasar más de 100.000 dólares en Bitcoin antes de que se cerrara la estafa.

La naturaleza de los datos comprometidos era variada, incluidos los mensajes directos personales de hasta 36 de las cuentas atacadas. El ataque puso de relieve el daño potencial y el uso indebido cuando las cuentas de las redes sociales se ven comprometidas.

Twitter respondió rápidamente al ataque, bloqueando las cuentas afectadas y limitando la funcionalidad de otras cuentas verificadas mientras aseguraba sus sistemas. El incidente dio lugar a un mayor escrutinio de las medidas de seguridad de Twitter y a un compromiso para mejorar las salvaguardias.

En cuanto a las consecuencias legales, Clark fue detenido y acusado de más de 30 delitos graves, entre ellos fraude organizado y uso fraudulento de información personal. Sus cómplices también se enfrentaron a cargos, lo que refuerza el mensaje de que estos ciberdelitos conllevan duras penas.

Conclusión

En conclusión, estos ejemplos reales de ataques de phishing ponen de relieve lo importante que es permanecer vigilantes y proactivos en nuestras vidas digitales. La ciberdelincuencia es una amenaza en constante evolución y depende de cada uno de nosotros ir un paso por delante.

Recuerde que todo empieza por mantener sus dispositivos actualizados. Las actualizaciones de software suelen incluir parches para vulnerabilidades de seguridad que los piratas informáticos podrían aprovechar.

Invertir en uno de los mejores antivirus para Windows 11, como Norton, Bitdefender, McAfee, Panda, o Kaspersky, es otra capa de defensa que puede ayudar a proteger sus dispositivos del malware y otras amenazas. Sin embargo, recuerde que ninguna herramienta de seguridad puede sustituir a un comportamiento prudente.

Desconfíe de los correos electrónicos o mensajes no solicitados, especialmente de los que le piden información personal o financiera. Antes de hacer clic en un enlace o descargar un archivo adjunto, asegúrese de verificar la fuente. En caso de duda, siempre es mejor prevenir que curar.

Si desea saber más sobre ciberseguridad y cómo protegerse, aquí tiene algunos recursos de confianza:

  1. Información de la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. para el consumidor sobre el phishing: https://www.consumer.ftc.gov/articles/how-recognize-and-avoid-phishing-scams
  2. Consejos del Gobierno británico sobre el phishing: https://www.gov.uk/report-suspicious-emails-websites-phishing
  3. Guía de eSafety del Gobierno australiano: https://www.esafety.gov.au/key-issues/scams-fraud
  4. El Centro de Denuncias de Delitos en Internet (IC3): https://www.ic3.gov/Home/ComplaintChoice/default.aspx

Los informes oficiales y los análisis de las empresas de ciberseguridad también pueden aportar información valiosa:

  1. Informe de Symantec sobre las amenazas a la seguridad en Internet: https://www.symantec.com/security-center/threat-report
  2. Centro de amenazas de McAfee: https://www.mcafee.com/enterprise/en-us/threat-center.html
  3. Mapa de ciberamenazas en tiempo real de Kaspersky: https://cybermap.kaspersky.com/

Manteniéndonos informados y adoptando hábitos seguros en línea, todos podemos contribuir a un cibermundo más seguro. Recuerde que la ciberseguridad no es sólo una cuestión tecnológica, sino también humana.

      Autor: Tibor Moes

      Autor: Tibor Moes

      Fundador y redactor jefe de SoftwareLab

      Tibor es un ingeniero y emprendedor holandés. Ha probado software de seguridad desde 2014.

      A lo largo de los años, ha probado la mayoría de los principales software antivirus para Windows, Mac, Android e iOS, así como muchas VPN.

      Utiliza Norton para proteger sus dispositivos, CyberGhost para su privacidad y Dashlane para sus contraseñas.

      Este sitio web está hospedado en un servidor de Digital Ocean a través de Cloudways y está construido con DIVI en WordPress.

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