¿Qué es un registrador de teclas (keylogger)? 8 Ejemplos

Por Tibor Moes / Actualizado: mayo 2023

¿Qué es un registrador de teclas (keylogger)? 8 Ejemplos

¿Qué es un registrador de teclas (keylogger)?

Imagine que está en una bulliciosa cafetería, escribiendo sus secretos en un diario. De repente, descubre que alguien ha estado leyendo por encima de su hombro todo el tiempo. Eso es lo que hacen los keyloggers a su ordenador. Espían silenciosamente cada pulsación que usted hace.

En este artículo, nos adentraremos en algunos de los peores tipos de keyloggers jamás encontrados. ¡Bienvenido a un recorrido por los rincones sombríos del mundo digital!

¿Qué es un registrador de teclas (keylogger)? Un keylogger es una herramienta que los piratas informáticos utilizan para vigilar y registrar las pulsaciones que usted hace en su teclado. Ya estén instalados en su sistema operativo o incrustados en el hardware, algunos keyloggers pueden ser muy difíciles de detectar.

No se convierta en víctima de un registrador de teclas. Proteja su PC con el mejor software antivirus y su privacidad con la mejor VPN.

Tipos y ejemplos de keyloggers

Tipos de keylogger

  1. Keyloggers de hardware: Son dispositivos físicos que se conectan al ordenador. Interceptan los datos enviados desde el teclado al ordenador.
    • Registradores de teclas inalámbricos: Estos keyloggers transmiten datos a una ubicación remota utilizando protocolos inalámbricos.
    • Keyloggers de hardware del teclado: Son dispositivos que se conectan entre el teclado y el ordenador.
    • Registradores de teclas acústicos: Estos dispositivos analizan el sonido que produce cada pulsación para determinar qué teclas se están pulsando.
  2. Software Keyloggers: Son programas que se ejecutan en el sistema informático objetivo. Supervisan y registran las pulsaciones del teclado.
    • Registradores de teclas basados en el núcleo: Estos keyloggers se instalan como controladores de dispositivos en el nivel del núcleo de un sistema operativo, lo que les permite acceder directamente a los datos.
    • Keyloggers basados en API: Estos keyloggers utilizan las API (Interfaces de Programación de Aplicaciones) proporcionadas por el sistema operativo para monitorizar los datos.
    • Registradores de teclas que inyectan memoria: Estos keyloggers inyectan código malicioso en los procesos de memoria de un sistema informático.
    • Keyloggers de captura de formularios: Estos keyloggers capturan datos de formularios, como la información de inicio de sesión, justo en el momento en que el usuario los envía.
  3. Registradores de pulsaciones de teclas basados en la Web (también conocidos como troyanos registradores de pulsaciones de teclas): Se trata de scripts o programas maliciosos que suelen estar ocultos en las páginas web y que rastrean y registran las pulsaciones de teclas realizadas dentro del navegador web.

Ejemplos de keyloggers

  1. Registrador de teclas Ghost (2000): Este fue uno de los primeros keyloggers comerciales que permitía a los usuarios monitorizar todo lo que ocurría en su ordenador.
  2. Perfect Keylogger (2002): Se hizo famoso debido a sus sofisticadas funciones de ocultación, que le permitían pasar desapercibido ante los programas antivirus.
  3. Rootkit de Sony (2005): Aunque técnicamente era un rootkit, incluía funcionalidades de keylogging. Sony lo instaló subrepticiamente en los PC de los usuarios a través de CD de música para impedir su copia.
  4. Ardamax Keylogger (2006): Este software fue diseñado para el control parental y la supervisión de empleados, pero también se utilizó de forma maliciosa.
  5. Zeus (2007): Un keylogger muy sofisticado que tenía como objetivo la información bancaria. Fue responsable de numerosas violaciones de datos a gran escala.
  6. FinFisher (2011): FinFisher es una herramienta de vigilancia de grado gubernamental que incluye la funcionalidad de keylogging. Se vendió a agencias policiales y de inteligencia de todo el mundo.
  7. Proyecto Sauron (2015): Una amenaza avanzada que tenía como objetivo organizaciones específicas e incluía el keylogging entre sus funcionalidades.
  8. HawkEye Reborn (2019): Este keylogger se utilizó en numerosas campañas de phishing para robar información confidencial, como nombres de usuario y contraseñas.

Siga leyendo para obtener más detalles sobre los ejemplos de keylogger.

1. Ghost Keylogger (2000)

El fantasma del pasado cibernético

En los albores del siglo XXI, el mundo experimentó una nueva raza de espectro: un ciberfantasma. El Ghost Keylogger, descubierto en el año 2000, fue uno de los primeros protagonistas del mundo del espionaje digital. Se trataba de un software capaz de husmear en todos los rincones del ordenador de una persona, registrando cada pulsación de tecla realizada. En esta época, la escala del ataque no era tan grande como la que presenciaríamos más tarde, afectando principalmente a usuarios individuales y a pequeñas empresas que apenas empezaban a navegar por el vasto paisaje de Internet.

Los culpables de este software invasivo siguen siendo desconocidos, pero sus acciones tuvieron eco en todo el mundo. Desde un único usuario en el corazón de América hasta una pequeña empresa en Australia, el Ghost Keylogger no discriminó. Su impacto fue internacional, cruzando fronteras con facilidad, a pesar de su menor escala.

Aunque es difícil estimar el daño financiero exacto o el número de personas afectadas, el Ghost Keylogger abrió el camino a una nueva forma de ciberamenaza. Los datos comprometidos eran en gran medida de naturaleza personal, aunque también se denunciaron casos de robo de información financiera.

Una vez descubierto, el mundo digital comenzó a montar su defensa. El software antivirus empezó a adaptarse, aprendiendo a detectar y neutralizar amenazas como el Ghost Keylogger. Fue una llamada de atención, que impulsó a los usuarios a ser más vigilantes y proactivos en su higiene digital. Sin embargo, el Ghost Keylogger sigue siendo un inquietante recordatorio de nuestra vulnerabilidad en el mundo digital, marcando el comienzo de una era en la que las ciberamenazas se convertirían en algo demasiado común.

2. Perfect Keylogger (2002)

La búsqueda de la perfección

Dos años después de que el Ghost Keylogger hiciera su debut, otro amenazador jugador entró en escena. Apodado el “Registrador de teclas perfecto”, este software apareció en escena en 2002 con un sigilo insidioso que superaba a sus predecesores. Armado con funciones avanzadas, fue diseñado para no ser detectado por el software antivirus que estaba evolucionando para combatir este tipo de amenazas.

Sus creadores, que se cree que son un sofisticado grupo de ciberdelincuentes, desataron el Perfect Keylogger a escala internacional. Esta vez, los objetivos no eran sólo usuarios individuales o pequeñas empresas; las grandes corporaciones también fueron víctimas de esta sigilosa ciberamenaza. El alcance geográfico fue amplio e indiscriminado, afectando a usuarios de todos los continentes.

La naturaleza de los datos comprometidos por el Perfect Keylogger era más amplia que en ataques anteriores. Desde información personal hasta datos financieros confidenciales, el software era capaz de registrarlo todo. El daño financiero fue inmenso, de millones de dólares, y el número de personas afectadas fue igualmente asombroso, con estimaciones de decenas de miles.

A pesar de la escala y sofisticación del Perfect Keylogger, la comunidad digital se unió. La actualización del software antivirus y la educación de los usuarios ayudaron a mitigar el impacto y, con el tiempo, la amenaza fue neutralizada. Pero esto no fue sin repercusiones. Se emprendieron acciones legales contra los autores conocidos, lo que supuso un paso importante en la lucha contra la ciberdelincuencia. Las secuelas del Perfect Keylogger sirvieron como recordatorio aleccionador de la carrera armamentística en curso en el mundo digital.

3. Rootkit de Sony (2005)

El CD de Troya

En 2005, la industria musical tarareaba al ritmo de un tambor diferente. Sin que los consumidores lo supieran, Sony BMG, un gigante del sector, se embarcaba en una aventura equivocada en el ámbito de la gestión de derechos digitales. Incrustaron en sus CD de música un software, conocido como rootkit, que se instalaba en cualquier ordenador que los reprodujera.

El software, aunque pretendía evitar las copias ilegales, contenía un registrador de teclas oculto. Esto permitió a Sony vigilar los hábitos de escucha de sus clientes, lo que hace de éste un caso único en el que una entidad corporativa fue la autora del delito, dirigido contra consumidores individuales. El alcance mundial de la distribución de música de Sony significaba que el ámbito geográfico de este rootkit era vasto, afectando a usuarios desde Tokio hasta Toronto.

Es difícil cuantificar el daño financiero exacto o el número de personas afectadas, pero con millones de CD vendidos, la escala potencial es inmensa. Los datos comprometidos eran en gran parte personales, concretamente hábitos de escucha de música, que Sony pretendía utilizar con fines de marketing.

Una vez descubierto, la reacción fue rápida y severa. Sony se enfrentó a una tormenta de acciones legales, que resultaron en acuerdos por un total de millones de dólares. El incidente sirvió como una dura lección sobre la responsabilidad corporativa y la privacidad del consumidor, cambiando para siempre la conversación en torno a la gestión de los derechos digitales. Tras el incidente, Sony retiró millones de CD y la comunidad tecnológica trabajó sin descanso para desarrollar formas de detectar y eliminar el rootkit.

4. Registrador de teclas Ardamax (2006)

La espada de doble filo

En 2006, el mundo conoció el Ardamax Keylogger, una herramienta aparentemente inocua pero con un oscuro potencial. Creado inicialmente con fines benignos como el control parental y la supervisión de empleados, los ciberdelincuentes no tardaron en reconocer su potencial malicioso.

Los autores de estos ataques eran diversos, desde individuos a grupos de delincuencia organizada, todos ellos aprovechando las capacidades del registrador de pulsaciones de teclado. Los objetivos eran igualmente variados, desde padres desprevenidos hasta empresas que desconocían los riesgos que planteaba el software.

El Ardamax Keylogger se propagó internacionalmente, llegando a todos los rincones del planeta. El impacto financiero de estos ataques, aunque difícil de cuantificar con precisión, fue sin duda sustancial, y el número de personas afectadas se elevó a cientos de miles. La naturaleza de los datos comprometidos fue amplia, incluyendo desde correspondencia personal hasta información financiera sensible.

En respuesta al uso indebido generalizado, los creadores del Ardamax Keylogger implementaron funciones para evitar el uso malintencionado. También cooperaron con las fuerzas del orden para llevar a los autores ante la justicia. A pesar de ello, el incidente puso de manifiesto los riesgos inherentes a este tipo de herramientas y subrayó la necesidad de mejorar la normativa y las salvaguardas en la industria del software.

5. Zeus (2007)

El dios cibernético

En los anales de la ciberdelincuencia, pocos nombres infunden tanto miedo como Zeus. Lanzado en 2007, este potente registrador de teclado fue bautizado con el nombre del rey de los dioses griegos, y hace honor a su nombre en cuanto a su capacidad destructiva.

El registrador de teclado Zeus fue obra de una red de ciberdelincuentes altamente organizada. Sus principales objetivos eran instituciones financieras y particulares desprevenidos de todo el mundo. Centrado en los datos bancarios, su alcance geográfico era tan vasto como la propia Internet, llegando a víctimas de todos los rincones del planeta.

Zeus tuvo un profundo impacto financiero. Fue responsable de varias violaciones de datos de alto perfil, con daños estimados en cientos de millones de dólares. El número de personas afectadas fue de millones, lo que lo convierte en uno de los ataques de keylogger más extendidos de la historia.

Los datos comprometidos eran en su mayoría financieros: nombres de usuario, contraseñas y detalles bancarios. Pero las repercusiones fueron más allá de las pérdidas financieras, provocando una sensación global de inseguridad sobre la banca en línea.

La lucha contra Zeus fue un capítulo importante en la historia de la ciberseguridad. La comunidad internacional, incluidas las fuerzas del orden y las empresas de ciberseguridad, colaboraron para desmantelar la red Zeus. El resultado fueron varias detenciones y condenas, lo que lo convirtió en un caso histórico en la lucha contra la ciberdelincuencia. A pesar de ello, el legado de Zeus sirve como duro recordatorio del impacto potencial de los keyloggers.

6. FinFisher (2011)

La herramienta espía convertida en canalla

La historia de FinFisher es una historia de buenas intenciones que se tuercen. Desarrollado inicialmente como una herramienta de vigilancia de grado gubernamental para las fuerzas del orden y las agencias de inteligencia, FinFisher, descubierto en 2011, incluía funcionalidades de keylogging entre sus muchas capacidades.

Los autores del uso indebido de FinFisher eran diversos, desde gobiernos autoritarios que lo utilizaban indebidamente para el espionaje político hasta ciberdelincuentes que explotaban su poder para obtener beneficios económicos. Los objetivos eran igualmente diversos, incluidos disidentes políticos, periodistas, activistas y usuarios habituales de Internet.

El alcance geográfico de FinFisher fue mundial, reflejo de la clientela internacional de sus creadores. El daño financiero causado por su uso indebido es difícil de estimar, pero el número de personas afectadas fue amplio y diverso.

La naturaleza de los datos comprometidos por FinFisher era muy variada, desde comunicaciones personales hasta información gubernamental sensible. Se trataba de una herramienta de vigilancia que, en las manos equivocadas, podía causar daños generalizados.

En respuesta a las revelaciones sobre el uso indebido de FinFisher, se produjo una protesta mundial. La consiguiente presión legal y política condujo a controles y normativas más estrictos sobre la venta de este tipo de software. A pesar de estas medidas, la historia de FinFisher sirve como cuento con moraleja sobre los riesgos y responsabilidades asociados a las potentes herramientas de vigilancia.

7. Proyecto Sauron (2015)

El ojo oscuro de El Señor de los Anillos

Al igual que el antagonista de El Señor de los Anillos del que tomaba su nombre, el Proyecto Sauron era una ciberamenaza avanzada e insidiosa. Descubierta por primera vez en 2015, esta amenaza digital tenía como objetivo organizaciones específicas, utilizando un conjunto de herramientas que incluían funcionalidades de keylogging entre otras.

Se pensó que el Proyecto Sauron era obra de una entidad patrocinada por el Estado debido a su nivel de sofisticación y a la naturaleza de sus objetivos, que incluían gobiernos y grandes empresas. Su alcance geográfico era global pero selectivo, afectando principalmente a entidades de Rusia, Irán y Ruanda.

El impacto financiero del Proyecto Sauron es difícil de cuantificar, pero el potencial de daños significativos era elevado dada la naturaleza sensible de los objetivos. Aunque el número exacto de entidades afectadas sigue siendo clasificado, las ramificaciones del ataque se dejaron sentir a lo largo y ancho.

Los datos comprometidos incluían información gubernamental y corporativa sensible, lo que lo convertía en una gran amenaza para la seguridad nacional y la integridad corporativa. En respuesta, la comunidad internacional de ciberseguridad se unió, ideando contramedidas para neutralizar la amenaza y mejorar las capacidades defensivas contra ataques similares en el futuro. Sin embargo, el incidente sirvió como potente recordatorio de las ciberamenazas que plantean las entidades patrocinadas por el Estado.

8. Ojo de Halcón Renacido (2019)

El renacimiento del depredador

En 2019, un conocido registrador de pulsaciones de teclado volvió a hacer de las suyas. Conocido como HawkEye Reborn, este malware se utilizó en numerosas campañas de phishing para robar información confidencial, incluidos nombres de usuario y contraseñas.

Se cree que los autores eran un grupo bien organizado de ciberdelincuentes que explotaban tanto a particulares como a empresas. El alcance geográfico de HawkEye Reborn fue enorme, afectando a víctimas de todo el mundo.

El daño financiero causado por HawkEye Reborn fue considerable, con millones de dólares robados. Miles de personas fueron víctimas de las campañas de phishing, lo que pone de relieve la magnitud y el alcance de esta ciberamenaza.

Los datos comprometidos iban desde credenciales personales de correo electrónico hasta detalles bancarios, causando un daño significativo a las personas y empresas afectadas. Sin embargo, el descubrimiento de HawkEye Reborn desencadenó una respuesta internacional, que condujo al desarrollo de nuevas definiciones de antivirus y medidas de ciberseguridad para combatir esta amenaza.

Se han perseguido las consecuencias legales contra los implicados en la difusión de HawkEye Reborn, lo que demuestra el compromiso mundial en la lucha contra la ciberdelincuencia. A pesar de ello, HawkEye Reborn sigue siendo un claro ejemplo de la naturaleza persistente y evolutiva de los keyloggers en la era digital.

Conclusión

En conclusión, está claro que el mundo de los keyloggers es un paisaje de amenazas diverso y en evolución. Desde el espectro silencioso del Ghost Keylogger hasta el insidioso alcance del HawkEye Reborn, estas ciberamenazas han demostrado constantemente su potencial para causar daños significativos. Sin embargo, como hemos visto, no estamos indefensos ante tales amenazas.

Mantenerse seguro en el mundo digital comienza con la vigilancia y la educación. Mantenga sus dispositivos actualizados con los últimos parches de seguridad y actualizaciones del sistema. Estas actualizaciones suelen incluir correcciones de vulnerabilidades conocidas que podrían ser aprovechadas por los keyloggers.

Invertir en uno de los mejores antivirus para Windows 11, como Norton, Bitdefender, McAfee, Panda, o Kaspersky es otro paso esencial. Estas herramientas pueden ayudar a detectar y neutralizar los keyloggers, proporcionando una capa esencial de defensa. Pero recuerde que ninguna herramienta puede proporcionar una protección completa. Practique siempre hábitos de navegación seguros, desconfíe de correos electrónicos o enlaces sospechosos y tenga cuidado con lo que descarga o instala en sus dispositivos.

En la batalla constante contra los keyloggers y otras ciberamenazas, el conocimiento es su mejor aliado. He aquí algunos recursos de confianza donde puede aprender más sobre ciberseguridad:

  1. El Equipo de Preparación para Emergencias Informáticas de los Estados Unidos (US-CERT): https://us-cert.cisa.gov/
  2. El Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST): https://www.nist.gov/cybersecurity
  3. La Agencia de Ciberseguridad de la Unión Europea (ENISA): https://www.enisa.europa.eu/
  4. La Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras (CISA): https://www.cisa.gov/cybersecurity
  5. El Centro para la Seguridad en Internet (CIS): https://www.cisecurity.org/
  6. Informes sobre ciberseguridad de Symantec: https://www.symantec.com/security-center/research

Recuerde, frente a los keyloggers y otras amenazas a la ciberseguridad, todos tenemos un papel que desempeñar. Manteniéndonos informados y tomando medidas proactivas, podemos contribuir a hacer del mundo digital un lugar más seguro para todos.

Autor: Tibor Moes

Autor: Tibor Moes

Fundador y redactor jefe de SoftwareLab

Tibor ha probado 39 programas antivirus y 30 servicios VPN, y posee un certificado de posgrado en ciberseguridad de la Universidad de Stanford.

Utiliza Norton para proteger sus dispositivos, CyberGhost para su privacidad y Dashlane para sus contraseñas.

Puede encontrarle en LinkedIn o ponerse en contacto con él aquí.