¿Qué es un virus troyano? Los 6 ejemplos más terribles
Por Tibor Moes / Actualizado: mayo 2023
¿Qué es un virus troyano?
Imagínese que va a un mercadillo y encuentra el caballo de madera artesanal perfecto. Es encantador y tiene el tamaño justo para su salón. Lo trae a casa, sólo para descubrir que está lleno de termitas que poco a poco empiezan a dañar su hogar. Es el equivalente digital de un virus troyano (caballo de Troya): una pieza de software aparentemente inofensiva que en realidad es un desagradable insecto.
En este artículo, exploraremos los peores ataques de caballos de Troya de todos los tiempos, mostrando cómo han causado estragos en el mundo digital.
¿Qué es un virus troyano (caballo de Troya)? Un virus troyano es una pieza de malware disfrazada de software auténtico, cuyo objetivo es infectar su ordenador y alterar sus archivos y datos. Algunos Caballos de Troya pueden incluso dar a los piratas informáticos acceso a su ordenador y a su información personal.
No se convierta en víctima de un troyano. Proteja sus dispositivos con el mejor software antivirus y su privacidad con la mejor VPN.
Los ejemplos más terribles de virus troyanos
A continuación encontrará los ejemplos de virus troyanos:
- ILOVEYOU (2000): Este infame troyano comenzó como un archivo adjunto de correo electrónico con el asunto “ILOVEYOU”. Al abrirlo, se enviaba a todas las personas de la lista de contactos del usuario y sobrescribía los archivos de su ordenador.
- Zeus (2007): Dirigido principalmente a máquinas Windows, Zeus robó información y credenciales bancarias mediante el registro de pulsaciones de teclas y entradas de formularios.
- CryptoLocker (2013): Este troyano encriptó los archivos del usuario y exigió un rescate para restaurar el acceso.
- Emotet (2014): Originalmente un troyano bancario, Emotet evolucionó para distribuir otro malware y permitir a los ciberdelincuentes instalar software en los ordenadores de los usuarios.
- Dyre (2014): También conocido como Dyreza, este troyano se dirigía a usuarios de Windows y robaba credenciales bancarias y personales.
- BlackEnergy (2015): Inicialmente una simple herramienta para crear botnets, evolucionó hasta convertirse en un sofisticado troyano utilizado en varios ciberataques, incluido el infame ataque a la red eléctrica de Ucrania.
Siga leyendo para obtener más detalles sobre cada ejemplo de troyano.
1. El ataque “ILOVEYOU” (2000)
En el año 2000, un archivo adjunto de correo electrónico aparentemente inocente llamado “LOVE-LETTER-FOR-YOU.txt.vbs” comenzó a circular por Internet. Su acogedor título, “ILOVEYOU”, bastó para atraer a millones de personas para que lo abrieran. Sin embargo, tras esta cariñosa fachada, se escondía una pieza maliciosa de software conocida como Caballo de Troya.
Este ataque digital global tuvo lugar en mayo y duró varios días. Los culpables de esta plaga digital fueron dos jóvenes programadores filipinos llamados Reonel Ramones y Onel de Guzman. Su creación no discriminó entre objetivos; golpeó a particulares, empresas e incluso instituciones gubernamentales, demostrando que nadie estaba a salvo de este tipo de amenaza cibernética.
El virus “ILOVEYOU” se propagó rápidamente por todo el mundo, afectando a la asombrosa cifra de 50 millones de personas en sólo diez días. A su paso, causó unos 15.000 millones de dólares en daños y costes de limpieza. Este software malicioso sobrescribió archivos personales y se propagó enviando correos electrónicos a todas las personas de la libreta de direcciones de la víctima.
Afortunadamente, el ataque fue finalmente mitigado. Los principales proveedores de correo electrónico y las empresas de seguridad en Internet actualizaron rápidamente sus sistemas para filtrar el correo electrónico ofensivo y el archivo adjunto, y se aconsejó a los particulares que no abrieran ningún correo sospechoso.
En cuanto a los autores, aunque fueron detenidos, no se enfrentaron a ninguna consecuencia legal debido a la ausencia de leyes contra la escritura de programas maliciosos en Filipinas en aquel momento. Sin embargo, este suceso sí impulsó la creación de la Ley de Comercio Electrónico del país para penalizar actividades similares en el futuro.
2. El ataque de Zeus (2007)
Siete años después, en 2007, un nuevo Caballo de Troya conocido como Zeus comenzó su reinado. A diferencia del virus “ILOVEYOU”, Zeus no fue algo puntual. Este troyano estuvo activo durante varios años, evolucionando continuamente para burlar las nuevas medidas de seguridad.
Se cree que fue la creación de un hacker ruso, Zeus se dirigía principalmente a usuarios de Windows y se centraba en el robo de información bancaria. Se trataba de una amenaza más especializada que su predecesora, que afectaba principalmente a empresas del sector financiero. Sin embargo, su alcance geográfico no fue menos impresionante, afectando a usuarios de todo el mundo.
El daño financiero exacto causado por Zeus es difícil de estimar debido a su prolongada existencia y a la naturaleza diversa de sus ataques. Sin embargo, un informe del FBI afirmaba que una sola botnet Zeus causó más de 70 millones de dólares en pérdidas a varias empresas estadounidenses.
Zeus funcionaba registrando las pulsaciones de teclas y las entradas de formularios, lo que le permitía robar credenciales bancarias y otros datos personales confidenciales. La complejidad del troyano Zeus hizo que fuera difícil de contrarrestar. Fue necesario un esfuerzo internacional concertado, que incluyó a las fuerzas del orden y a empresas de ciberseguridad, para acabar con las principales operaciones de Zeus en 2010.
A pesar de estos esfuerzos, las repercusiones para los delincuentes detrás de Zeus fueron mínimas. Aunque algunos individuos asociados al uso de Zeus fueron detenidos, el autor original del troyano sigue siendo desconocido. El código fuente de Zeus acabó filtrándose, lo que provocó una oleada de nuevos troyanos basados en su exitoso diseño. Este impacto duradero es un recordatorio aleccionador de los efectos a largo plazo de este tipo de ciberamenazas.
3. El ataque CryptoLocker (2013)
En 2013, una amenaza digital llamada CryptoLocker hizo su primera aparición. Este caballo de Troya no se conformaba con robar datos: quería tomarlos como rehenes. CryptoLocker era una nueva clase de malware conocido como ransomware, y era tan siniestro como suena.
Activo entre septiembre de 2013 y mayo de 2014, CryptoLocker fue obra de un grupo de delincuencia organizada que se cree que tiene su base en Rusia. Este troyano se dirigía tanto a particulares como a empresas, pero tenía especial predilección por las pequeñas empresas, que a menudo contaban con medidas de seguridad menos sólidas.
El alcance de CryptoLocker fue mundial, pero golpeó con más fuerza en Estados Unidos. Se desconoce el número de entidades afectadas, pero el impacto financiero fue significativo. Se calcula que el troyano causó la asombrosa cifra de 27 millones de dólares en daños en sólo los dos primeros meses de su actividad.
El troyano funcionaba cifrando los archivos del ordenador de la víctima y exigiendo después un rescate, normalmente en Bitcoin, para desbloquearlos. Esto podía incluir fotos personales, documentos empresariales o cualquier otro tipo de datos valiosos.
Las contramedidas contra CryptoLocker fueron una mezcla de prevención y cura. Las empresas antivirus actualizaron su software para detectar y bloquear CryptoLocker, mientras que las fuerzas del orden y los investigadores en ciberseguridad trabajaban para desmantelar su infraestructura. En mayo de 2014, la Operación Tovar logró acabar con la botnet Gameover ZeuS, que se utilizaba para distribuir CryptoLocker, deteniendo eficazmente el ransomware.
Desgraciadamente, muchas víctimas pagaron el rescate antes de que se pusieran en marcha estas medidas, y el grupo detrás del troyano escapó sin consecuencias legales. CryptoLocker marcó un punto de inflexión en la ciberdelincuencia, demostrando que los datos no sólo podían ser robados, sino mantenidos como rehenes, abriendo un nuevo capítulo en las amenazas digitales.
4. El brote de Emotet (2014)
Apenas un año después, en 2014, surgió otro troyano llamado Emotet. Diseñado inicialmente como un troyano bancario como Zeus, Emotet evolucionó con el tiempo hasta convertirse en uno de los troyanos más notorios hasta la fecha.
Se cree que el grupo que está detrás de Emotet, conocido como TA542 o Mummy Spider, tiene raíces en Europa del Este. Su troyano afectó tanto a particulares como a diversas industrias, con especial énfasis en el sector bancario.
Emotet tenía un alcance mundial, pero sus actividades se concentraban especialmente en Estados Unidos y Europa Occidental. Aunque es difícil calcular el número exacto de personas afectadas o los daños financieros totales, el impacto de Emotet fue lo suficientemente importante como para justificar un esfuerzo conjunto de varios países para acabar con él.
Emotet era versátil. Empezó como troyano bancario, robando datos financieros, pero evolucionó hasta convertirse en un mecanismo de entrega para otros tipos de malware. Esto le permitió adaptarse a diversas contramedidas y seguir siendo una amenaza importante durante varios años.
La lucha contra Emotet fue larga. Numerosas actualizaciones del software antivirus y campañas de concienciación pública ayudaron a reducir su impacto, pero el verdadero punto de inflexión se produjo en 2021, cuando una operación internacional de las fuerzas de seguridad desmanteló su infraestructura. Como resultado, varios individuos asociados con Emotet fueron detenidos, demostrando que puede haber consecuencias legales para este tipo de actividades.
Sin embargo, al igual que las secuelas del ataque Zeus, el código fuente de Emotet sigue ahí fuera, un recordatorio de que, si bien las amenazas específicas pueden neutralizarse, el peligro de los ataques de troyanos continúa.
5. La invasión de Dyre (2014)
El mismo año en que Emotet hizo su debut, otro troyano llamado Dyre, también conocido como Dyreza, irrumpió en escena. Dyre continuó con la tendencia de los troyanos dirigidos a los datos financieros, pero aportó sus métodos únicos.
La cronología de la actividad de Dyre abarcó desde 2014 hasta finales de 2015. Sus autores, un grupo conocido como Evil Corp, eran una organización de ciberdelincuentes bien organizada con sede en Rusia. Dyre tenía como objetivo principal las empresas, en particular las del sector financiero.
Con un alcance mundial, Dyre era especialmente activo en los países de habla inglesa, incluidos Estados Unidos, el Reino Unido y Australia. Aunque es difícil precisar el número exacto de empresas afectadas o los daños financieros totales, se sabe que Dyre fue responsable del robo de millones de dólares.
El método de Dyre consistía en interceptar el tráfico entre el navegador del usuario y los sitios web bancarios, capturando las credenciales de inicio de sesión y otra información sensible. Este ataque man-in-the-middle le permitía eludir el cifrado y la autenticación de dos factores, lo que lo convertía en una amenaza especialmente desagradable.
El final de Dyre llegó en noviembre de 2015, cuando una parte importante de su red fue desmantelada y varios individuos asociados a Evil Corp fueron arrestados. Sin embargo, el grupo sigue activo y continúa siendo una amenaza importante para la ciberseguridad.
6. La saga de BlackEnergy (2015)
BlackEnergy comenzó su andadura en 2007 como una herramienta relativamente sencilla para crear botnets, utilizada principalmente para ataques DDoS. Sin embargo, sufrió una importante evolución en 2014, transformándose en un sofisticado caballo de Troya utilizado para el ciberespionaje y los ataques destructivos.
Los principales ataques de BlackEnergy, atribuidos a un grupo conocido como SandWorm, han tenido como objetivo instituciones gubernamentales e infraestructuras críticas, especialmente en Ucrania. Aunque inicialmente localizadas, las actividades del grupo han tenido implicaciones internacionales, incluido un importante corte de suministro eléctrico.
El ataque más infame de BlackEnergy se produjo en diciembre de 2015, cuando se utilizó para desencadenar un apagón masivo en Ucrania. Esto marcó el primer ciberataque exitoso conocido en una red eléctrica, destacando el potencial de las amenazas cibernéticas para causar daños en el mundo real.
La naturaleza de los datos comprometidos por BlackEnergy variaba en función del objetivo, pero en muchos casos incluía información gubernamental sensible y sistemas de control de infraestructuras críticas.
Mitigar la amenaza de BlackEnergy ha requerido una combinación de parcheado de los sistemas vulnerables, mejora de los protocolos de seguridad y cooperación internacional para localizar a los autores. Aunque se ha identificado a algunos individuos asociados al grupo, la amenaza de BlackEnergy y sus sucesores sigue vigente.
La transformación de BlackEnergy y la magnitud de sus ataques sirven de crudo recordatorio del potencial de evolución de las ciberamenazas y de las consecuencias que pueden tener en el mundo real.
Conclusión
Mantenerse seguro en el mundo digital
Como hemos visto, el mundo de los ataques de troyanos es un lugar aterrador, lleno de disfraces ingeniosos, sorpresas desagradables y consecuencias reales. Sin embargo, aunque la amenaza es real, no es insuperable. Con unos sencillos pasos y un poco de vigilancia, todos podemos mantener nuestros hogares digitales a salvo de estos invasores ocultos.
Una de las mejores defensas contra los caballos de Troya y otros tipos de malware es mantener sus dispositivos actualizados. Las actualizaciones de software suelen incluir parches para las vulnerabilidades de seguridad que aprovechan estos desagradables bichos. Si actualiza regularmente sus dispositivos, no sólo obtendrá las últimas funciones, sino que también mejorará su seguridad.
Otra herramienta esencial en su arsenal de ciberseguridad es un antivirus fiable para Windows 11, como Norton, Bitdefender, McAfee, Panda, o Kaspersky. Estos programas pueden detectar y bloquear muchos tipos de malware, incluidos los caballos de Troya. También pueden escanear regularmente sus dispositivos en busca de cualquier signo de infección, ayudando a atrapar cualquier amenaza que se cuele por las grietas.
Sin embargo, es importante recordar que ninguna herramienta es perfecta y que la mejor defensa es un enfoque por capas. Sea precavido con los correos electrónicos y mensajes de remitentes desconocidos, evite hacer clic en enlaces sospechosos y nunca descargue archivos adjuntos o software de fuentes no fiables.
Por último, la educación es un arma poderosa en la lucha contra las ciberamenazas. Cuanto más sepa sobre estas amenazas y cómo operan, mejor preparado estará para reconocerlas y evitarlas. He aquí algunos recursos de confianza donde puede obtener más información:
- Manténgase seguro en Internet – Un recurso de la Alianza Nacional de Ciberseguridad con consejos e información para particulares y empresas.
- United States Computer Emergency Readiness Team (US-CERT) – Proporciona alertas y consejos sobre las amenazas y vulnerabilidades de seguridad actuales.
- Agencia de Ciberseguridad de la Unión Europea (ENISA) – Ofrece diversos recursos, como informes, información sobre amenazas y mejores prácticas de ciberseguridad.
- Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido – Ofrece orientación y recursos sobre ciberseguridad para particulares, empresas y organizaciones del sector público.
Recuerde, en el mundo digital, al igual que en el mundo real, siempre es mejor prevenir que curar. Manténgase alerta, infórmese y manténgase a salvo.

Autor: Tibor Moes
Fundador y redactor jefe de SoftwareLab
Tibor es un ingeniero y emprendedor holandés. Ha probado software de seguridad desde 2014.
A lo largo de los años, ha probado la mayoría de los principales software antivirus para Windows, Mac, Android e iOS, así como muchas VPN.
Utiliza Norton para proteger sus dispositivos, CyberGhost para su privacidad y Dashlane para sus contraseñas.
Este sitio web está hospedado en un servidor de Digital Ocean a través de Cloudways y está construido con DIVI en WordPress.
Puede encontrarle en LinkedIn o ponerse en contacto con él aquí.
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