¿Qué es un ataque DDoS? Los 7 ejemplos más terribles

Por Tibor Moes / Actualizado: enero 2024

¿Qué es un ataque DDoS? Los 10 ejemplos más terribles (2023)

Los ataques DDoS (Denegación de Servicio Distribuida) representan una formidable amenaza digital, ya que interrumpen los servicios al saturar los sistemas con una avalancha de tráfico de Internet.

En este artículo, los lectores descubrirán las claves de los siete ataques DDoS más devastadores de la historia, comprendiendo su impacto e importancia en el mundo digital.

¿Qué es un ataque DDoS? Un ataque DDoS está diseñado para derribar sitios web y redes. Es una forma de ciberdelincuencia que envía un enorme torrente de tráfico falso a servicios en línea, como sitios web, hasta que se congelan o se rompen.

  • Proyecto Rivolta (2000): Este ataque de principios del siglo XXI tuvo como objetivo a 16 grandes empresas, marcando una escalada significativa en las amenazas digitales. Los daños financieros se estimaron en 1.700 millones de dólares.
  • Ataque DDoS a Estonia (2007): Un ataque con carga política que demostró el poder de movilización de una vasta red de bots. Se utilizaron casi un millón de ordenadores “zombis”, lo que provocó importantes perturbaciones.
  • Operación Payback (2010): Una campaña convertida en protesta digital, dirigida contra grandes empresas como PayPal, que registró pérdidas de 5,6 millones de dólares.
  • Ataque DDoS a Spamhaus (2013): Dirigido a una organización antispam sin ánimo de lucro, este ataque alcanzó una escala entonces sin precedentes de 300 Gbit/s.
  • Ataque DDoS de Dyn (2016): Un ataque masivo en el que participaron unos 100.000 puntos finales maliciosos, que alcanzó una potencia de 2 terabits por segundo e interrumpió los principales servicios de Internet.
  • Ataque DDoS a GitHub (2018): El más potente registrado en ese momento, con un pico de 35 terabits por segundo y que muestra la creciente sofisticación de este tipo de ataques.
  • Ataque DDoS de Amazon (2020): Estableció un nuevo récord con un pico de 3 terabits por segundo, lo que pone de relieve la creciente magnitud de estas amenazas.

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Ejemplos de ataques DDoS

1. Proyecto Rivolta (2000)

En los albores del nuevo milenio, se desencadenó una catástrofe digital conocida como Proyecto Rivolta. Este ataque sin precedentes dejó un rastro de caos y ruina financiera, dirigido nada menos que a 16 grandes empresas.

Los agresores, aprovechando el estado relativamente incipiente de la seguridad en Internet, lanzaron una serie de ataques DDoS coordinados. Estos implacables asaltos abrumaron los servidores de la empresa con una avalancha de peticiones digitales, paralizando de hecho su presencia en línea. Las secuelas no fueron sólo una interrupción temporal de los servicios, sino una calamidad financiera.

Según un informe de kidsnews.com, los daños estimados infligidos por el Proyecto Rivolta ascendieron a la asombrosa cifra de 1.700 millones de dólares. Esta cifra refleja no sólo los costes directos de contrarrestar los ataques y restablecer los servicios, sino también la profunda pérdida de confianza de los consumidores y la interrupción de los negocios.

El año 2000 marcó un punto de inflexión, mostrando al mundo que las amenazas digitales podían producir estragos en el mundo real a una escala inimaginable.

2. Ataque DDoS a Estonia (2007)

Siete años después, en 2007, una pequeña nación báltica experimentó lo que sólo podría describirse como una guerra digital. Estonia, conocida por su avanzada infraestructura digital, se convirtió en el blanco de un ataque DDoS masivo, que muchos creyeron que tenía motivaciones políticas. Este ataque fue único no sólo por su escala, sino por su sofisticación.

Según informó cyberlaw.ccdcoe.org, el Ministro de Defensa estonio, Jaak Aaviksoo, reveló un hecho sorprendente. Los atacantes habían requisado casi un millón de ordenadores “zombis” en todo el mundo, creando una enorme red de bots. Estos ordenadores secuestrados, sin que sus propietarios lo supieran, se convirtieron en los soldados involuntarios de este asalto digital. Al aprovechar esta vasta red de bots, los atacantes amplificaron el impacto de su embestida, abrumando las defensas digitales de Estonia.

El ataque fue una llamada de atención al mundo, que subrayó la vulnerabilidad incluso de las sociedades digitales más avanzadas y la necesidad de contar con ciberdefensas sólidas.

3. Operación Payback (2010)

En 2010, el mundo digital fue testigo de una nueva clase de ciberactivismo con la Operación Payback. Lo que comenzó como una campaña de apoyo a los sitios de intercambio de archivos se convirtió rápidamente en una serie de ataques contra grandes empresas. Esta operación, que se desarrolló entre septiembre de 2010 y enero de 2011, simbolizó un cambio en el uso de los ataques DDoS como medio de protesta digital.

Uno de los objetivos más notables fue PayPal, líder mundial en servicios de pago en línea. Según detalla DarkReading, PayPal informó de unas asombrosas pérdidas de 5,6 millones de dólares debido a estos ataques. Esta cifra no sólo refleja el daño financiero directo, sino que también pone de relieve el impacto más amplio sobre las operaciones comerciales y la confianza de los clientes.

La magnitud de esta operación y sus implicaciones financieras pusieron de relieve una lección crucial: las plataformas digitales no sólo son susceptibles a los ciberdelincuentes, sino también a grupos ideológicamente motivados que esgrimen los ataques DDoS como herramienta de protesta.

4. Ataque DDoS de Spamhaus en 2013

El año 2013 marcó un nuevo hito en los anales de la historia de los ataques DDoS con el asalto a Spamhaus, una organización antispam sin ánimo de lucro. Este ataque no fue una interrupción más; fue una exhibición de poderío cibernético.

Alcanzando una escala sin precedentes de 300 Gbit/s, según informó The Register, fue uno de los mayores ataques DDoS conocidos en aquel momento. La magnitud del ataque fue tal que no sólo amenazó la estabilidad de Spamhaus, sino que también supuso un riesgo significativo para la infraestructura de Internet en general.

Este abrumador aluvión de tráfico, destinado a ahogar la capacidad de funcionamiento de la organización, fue un crudo recordatorio del creciente poder y sofisticación de los ataques DDoS. Puso de manifiesto una vulnerabilidad crucial en la arquitectura de Internet y planteó serias dudas sobre la preparación de las organizaciones para hacer frente a amenazas a tan gran escala.

5. Ataque DDoS de Dyn (2016)

En 2016, la empresa de infraestructuras de Internet Dyn se enfrentó a un desafío sin precedentes. Este ataque DDoS no solo destacó por su escala, sino también por su sofisticación.

The Guardian informó de que el ataque alcanzó una fuerza extraordinaria de 1,2 terabits por segundo, lo que equivale a 1.200 gigabytes por segundo. Este inmenso volumen de tráfico fue suficiente para abrumar incluso a los servidores más robustos. Dyn, que desempeña un papel fundamental en la dirección del tráfico de Internet, estimó que en el ataque habían participado unos 100.000 terminales maliciosos.

Estos endpoints, compuestos en su mayoría por dispositivos IoT infectados, formaron una botnet masiva que bombardeó los servidores de Dyn. El impacto de este ataque fue de gran alcance, interrumpiendo importantes sitios web y servicios en todo Internet. Fue un duro recordatorio de las crecientes vulnerabilidades de un mundo cada vez más conectado y del potencial de interrupciones masivas que puede causar la explotación de estas debilidades.

6. Ataque DDoS a GitHub (2018)

El ataque DDoS de GitHub en 2018 estableció un nuevo récord en el mundo de las ciberamenazas. Como se detalla en el informe de incidentes de GitHub, este ataque alcanzó un pico de tráfico de la asombrosa cifra de 1,35 terabits por segundo. Esto lo convirtió en el ataque DDoS más potente registrado hasta la fecha. La escala del ataque fue tan masiva que podría haber paralizado los servicios de esta plataforma esencial para los desarrolladores de todo el mundo.

Sin embargo, la respuesta proactiva de GitHub y su sólida infraestructura ayudaron a mitigar el impacto del ataque. El enorme volumen de tráfico de este ataque puso de relieve la continua escalada de los ataques DDoS tanto en tamaño como en complejidad.

También destacó la importancia crítica de contar con sofisticados mecanismos de defensa para protegerse contra amenazas cibernéticas tan colosales.

7. Ataque DDoS a Amazon (2020)

En 2020, el panorama digital se enfrentó a otro acontecimiento sísmico: un ataque DDoS contra Amazon, el gigante mundial del comercio electrónico y la computación en nube. Este ataque no fue una entrada más en las crónicas de los ciberataques; estableció un récord por su enorme magnitud.

Según un informe de A10 Networks, el ataque alcanzó un pico sin precedentes de 2,3 terabits por segundo (Tbps). Para ponerlo en perspectiva, esta tasa de flujo de datos es similar al streaming de cientos de miles de películas de alta definición simultáneamente. Esto lo convirtió en el mayor ataque DDoS jamás registrado en ese momento.

El objetivo, Amazon Web Services (AWS), es una columna vertebral de Internet, que aloja grandes cantidades de tráfico web para empresas de todo el mundo. Un ataque de esta envergadura a un actor tan fundamental en el espacio digital no era sólo un ataque a una única entidad, sino una amenaza a la propia infraestructura del mundo en línea.

El hecho de que AWS pudiera resistir y mitigar este colosal ataque es un testimonio de la robustez de sus defensas. Sin embargo, también sirvió como un duro recordatorio de la escalada de poder y sofisticación de los ciberataques. Puso de relieve la importancia de la innovación continua en las estrategias de ciberseguridad para protegerse contra amenazas cada vez más potentes.

El ataque DDoS a Amazon de 2020 fue un momento decisivo, que puso de relieve la naturaleza en constante evolución de las ciberamenazas y la necesidad de una vigilancia incesante y una preparación avanzada en el ámbito digital.

Conclusión

La serie de ataques DDoS que hemos explorado, desde los primeros días de Internet hasta la actualidad, demuestran claramente una tendencia alarmante. Estos ataques han evolucionado no sólo en su sofisticación técnica, sino también en su capacidad para causar trastornos generalizados y daños financieros significativos.

Desde el golpe de 1.700 millones de dólares del Proyecto Rivolta hasta el ataque récord de 2,3 Tbps a Amazon, cada incidente subraya la necesidad crítica de contar con ciberdefensas robustas en un mundo cada vez más interconectado.

A la luz de estas crecientes amenazas cibernéticas, no se puede exagerar la importancia de invertir en un software antivirus fiable para Windows 11. Marcas como Norton, Avast, TotalAV, Bitdefender, McAfee, Panda y Avira ofrecen funciones de protección avanzadas que son cruciales en esta era digital. Estas herramientas no sólo proporcionan una defensa esencial contra virus y malware, sino que también incluyen funciones de protección contra ataques DDoS y otras ciberamenazas.

La utilización de este tipo de soluciones antivirus puede mejorar significativamente la seguridad digital del usuario, ofreciéndole tranquilidad en un panorama en el que las ciberamenazas evolucionan constantemente. Invertir en estos programas antivirus no es sólo una medida de precaución; es un paso esencial para garantizar la seguridad y la integridad de nuestras vidas digitales.

 Fuentes

  1. Kidsnews.com
  2. Ciberderecho.ccdcoe.org
  3. Darkreading.com
  4. Theregister.com
  5. Theguardian.com
  6. Github.blog
  7. a10networks.com

 

Autor: Tibor Moes

Autor: Tibor Moes

Fundador y redactor jefe de SoftwareLab

Tibor ha probado 39 programas antivirus y 30 servicios VPN, y posee un certificado de posgrado en ciberseguridad de la Universidad de Stanford.

Utiliza Norton para proteger sus dispositivos, CyberGhost para su privacidad y Dashlane para sus contraseñas.

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