¿Qué es un rootkit? Los 10 ejemplos más terribles (2023)
Por Tibor Moes / Actualizado: mayo 2023
¿Qué es un rootkit?
Imagine que es usted propietario de una vivienda y alguien copia en secreto la llave de su casa, accediendo siempre que quiera sin que usted lo sepa. En el mundo de los ordenadores, existe un invasor similar llamado rootkit. Es como una copia digital de la llave de su casa, que proporciona acceso no autorizado a su ordenador.
Pero no se preocupe, vamos a guiarle a través de los 10 ejemplos de rootkits más notorios, dándole una idea de cómo funcionan y cómo se han utilizado en el pasado. Quédese con nosotros mientras exploramos estas ciberamenazas.
¿Qué es un rootkit? Un rootkit es una pieza de malware diseñada para dar a los piratas informáticos acceso a un dispositivo objetivo. Aunque la mayoría de los rootkits afectan al software y al sistema operativo, algunos también pueden infectar el hardware y el firmware de su ordenador.
No se convierta en víctima de los rootkits. Proteja sus dispositivos con el mejor software antivirus y su privacidad con la mejor VPN.
Los ejemplos de rootkit más terribles
Estos son los ejemplos de rootkit:
- NTRootKit (1999): Una de las primeras formas de rootkits, NTRootKit fue una creación rusa que se infiltró en los sistemas Windows de todo el mundo. Comprometió varios tipos de datos personales, creando una ola de preocupación por la seguridad digital.
- Rootkit de protección anticopia de Sony BMG (2005): En un intento equivocado de evitar la infracción de los derechos de autor, Sony BMG incrustó un rootkit en millones de CD de música. Este rootkit expuso involuntariamente los sistemas de los consumidores a posibles vulnerabilidades de seguridad, lo que provocó importantes consecuencias financieras para Sony.
- Rootkit FuTo (2006): Este sigiloso rootkit explotaba el mecanismo de firma de controladores de Windows para ocultarse, dirigiéndose a particulares y empresas de todo el mundo. Sirvió como crudo recordatorio de la continua evolución de las ciberamenazas.
- Rootkit Rustock (2006): El Rustock Rootkit transformó los ordenadores personales en máquinas de envío de correos electrónicos basura, afectando a millones de ordenadores en todo el mundo. Subrayó la importancia de mantener el software actualizado y de contar con filtros antispam robustos.
- Rootkit Mebroot (2007): El Rootkit Mebroot se apoderó del proceso de arranque de un ordenador, infectando tanto a particulares como a empresas. Su descubrimiento hizo que se prestara más atención a la seguridad del proceso de arranque.
- Rootkit Stuxnet (2010): Dirigido a los sistemas de control industrial, en particular a las instalaciones nucleares de Irán, el Rootkit Stuxnet fue probablemente patrocinado por el Estado. Demostró el potencial de las ciberamenazas para afectar a infraestructuras críticas.
- Rootkit Alureon/TDL-4 (2011): Alureon, un rootkit avanzado, perturbó sistemas en todo el mundo, comprometiendo una amplia gama de datos. Puso de relieve la creciente sofisticación de las ciberamenazas.
- El rootkit ZeroAccess (2011): El rootkit ZeroAccess se utilizó para el fraude de clics y la minería de Bitcoin, causando importantes trastornos y pérdidas financieras. Subrayó la necesidad de una vigilancia continua contra las diversas ciberamenazas.
- Flame Rootkit (2012): Flame Rootkit era una herramienta de ciberespionaje dirigida a países de Oriente Medio. Su descubrimiento dio lugar a una renovada atención a la seguridad de los sistemas frente a amenazas sofisticadas.
- Rootkit Uroburos (2014): El rootkit Uroburos tenía como objetivo el robo de datos en instituciones de alto perfil. El descubrimiento de este rootkit avanzado provocó un mayor énfasis en la seguridad de los sistemas, especialmente dentro de las organizaciones que manejan datos sensibles.
Siga leyendo para obtener más detalles sobre cada ejemplo de rootkit.
1. NTRootKit
El intruso digital de 1999
En el último año del siglo XX, mientras el mundo se preparaba para el efecto 2000, otra amenaza digital andaba suelta silenciosamente. Originario de Rusia, el NTRootKit fue una de las primeras formas de rootkits, diseñado para infiltrarse silenciosamente en los sistemas Windows, ocultar procesos y archivos sin ser detectado. La duración de su reinado es difícil de precisar, ya que trabajaba en la sombra, pero fue descubierto en 1999.
Aunque aún se desconoce el número exacto de personas afectadas, NTRootKit se dirigió a usuarios individuales de todo el mundo, provocando una oleada de paranoia sobre la seguridad de los datos personales. El rootkit no discriminaba entre tipos de datos, comprometiendo desde fotos personales hasta información financiera.
El alcance global del impacto de este rootkit fue una llamada de atención para muchos sobre los peligros que acechan en el ciberespacio. Aunque no se atribuyeron daños económicos directos al NTRootKit, el potencial de uso indebido de datos personales fue una preocupación importante.
En cuanto a las contramedidas, fue el desarrollo de nuevos programas y tecnologías antivirus lo que finalmente redujo la influencia del NTRootKit. Y aunque las secuelas no tuvieron consecuencias legales concretas debido al anonimato de los autores, dieron lugar a un mayor énfasis en la ciberseguridad y en la necesidad de reforzar las defensas digitales.
2. Rootkit de protección anticopia de Sony BMG
Una melodía de malware en 2005
Si avanzamos seis años, hasta 2005, el gigante mundial de la música Sony BMG interpretó involuntariamente una melodía diferente con su rootkit de protección anticopia. No se trataba de un caso de ciberdelincuentes en acción, sino de un intento equivocado de Sony de evitar la infracción de los derechos de autor. La empresa incrustó un rootkit en millones de CD de música vendidos en todo el mundo. Cuando los clientes reproducían estos CD en sus ordenadores, el rootkit se instalaba, abriendo los sistemas a posibles vulnerabilidades de seguridad.
El rootkit afectó a consumidores de todo el mundo, lo que provocó una protesta internacional. El número exacto de personas afectadas es difícil de determinar, pero con millones de CD distribuidos, la magnitud fue considerable. Los datos comprometidos eran principalmente personales, ya que el rootkit permitía a cualquier hacker avispado acceder a un sistema infectado.
Las consecuencias financieras fueron importantes para Sony. La empresa tuvo que hacer frente a varias demandas colectivas, que supusieron acuerdos millonarios. También se vio obligada a retirar los CD afectados, lo que causó más pérdidas financieras y dañó la reputación de la empresa.
Las contramedidas consistieron en que las empresas antivirus actualizaran su software para detectar y eliminar el rootkit de Sony. Sony también publicó un parche para desinstalar el rootkit, aunque inicialmente causó más problemas de los que resolvió. Después, la reacción pública y las consecuencias legales provocaron un cambio notable en el enfoque de la industria musical sobre la gestión de los derechos digitales. El incidente del rootkit de Sony sirve como recordatorio de que no todas las amenazas se originan en rincones sombríos de Internet; a veces, proceden de los lugares más inesperados.
3. FuTo Rootkit
El sigiloso saboteador de 2006
El año 2006 trajo consigo un nuevo nivel de astucia en el mundo de las ciberamenazas. Apareció el FuTo Rootkit, un insidioso invasor que explotaba el mecanismo de firma de controladores de Windows para ocultarse. Este villano virtual no estaba asociado a un individuo o grupo específico, lo que no hizo sino aumentar el misterio y el temor que lo rodeaban.
Este rootkit se dirigía tanto a particulares como a empresas, y su alcance global no se limitaba a una región concreta. El número exacto de personas afectadas era difícil de cuantificar, pero la naturaleza sigilosa de este rootkit significaba que podía infiltrarse en muchos sistemas sin ser detectado. Los datos comprometidos fueron muy variados, ya que FuTo proporcionó una puerta trasera para otros programas maliciosos, exponiendo potencialmente información personal y financiera.
Aunque es difícil determinar el daño financiero, el potencial de uso indebido de los datos y el coste de los esfuerzos de mitigación habrían sido significativos. La respuesta al rootkit FuTo hizo que las empresas antivirus intensificaran su juego, desarrollando nuevos métodos para detectar y erradicar este sigiloso intruso.
El FuTo Rootkit sirvió como un duro recordatorio de la continua evolución de las ciberamenazas, subrayando la importancia de mantener actualizadas las medidas y prácticas de seguridad.
4. Rootkit Rustock
La supertormenta de spam de 2006
También en 2006, se estaba gestando otra tormenta cibernética. El Rustock Rootkit, una creación de una entidad desconocida, se abría paso en ordenadores de todo el mundo. ¿Su misión? Crear un ejército de máquinas capaces de enviar correos electrónicos basura, transformando los ordenadores personales en cómplices involuntarios.
El Rootkit Rustock no era exigente con sus víctimas, dirigiéndose tanto a particulares como a empresas. Era una amenaza global, sus correos spam llenaban las bandejas de entrada desde Nueva York a Nueva Delhi. La naturaleza de los datos comprometidos era generalmente menos sensible, ya que el objetivo principal de Rustock era enviar spam. Sin embargo, la magnitud de la operación fue abrumadora, ya que se calcula que millones de ordenadores se vieron afectados.
Aunque las cifras de pérdidas económicas directas son difíciles de precisar, el coste en términos de pérdida de tiempo y aumento del tráfico en la red era considerable. Por no mencionar que el rootkit era notoriamente difícil de detectar y eliminar, requiriendo a menudo la intervención de expertos.
Las contramedidas a Rustock fueron un esfuerzo combinado de los investigadores de seguridad y las fuerzas de seguridad. En 2011, un esfuerzo coordinado dirigido por Microsoft dio como resultado el desmantelamiento de la red de bots Rustock. Esta operación supuso una importante victoria en la batalla contra los rootkits y sirvió de modelo para futuros desmantelamientos de botnets.
El Rootkit Rustock subrayó la importancia de mantener el software actualizado y de contar con filtros de spam robustos. También sirvió como recordatorio de que incluso los correos spam aparentemente inocentes pueden ser señal de una intrusión más grave.
5. Rootkit Mebroot
El bandido del sector de las botas de 2007
El año 2007 trajo consigo una nueva ciberamenaza en forma del Rootkit Mebroot. Esta desagradable pieza de malware se apoderó del proceso de arranque de un ordenador, permitiéndole ejecutarse antes que el sistema operativo y cualquier programa antivirus. Los criminales detrás de Mebroot siguen siendo desconocidos, pero su creación tuvo un impacto significativo en el panorama cibernético.
Las víctimas de Mebroot eran diversas, desde usuarios individuales hasta empresas. Su alcance geográfico fue mundial, sin dejar ninguna región intacta. Aunque el número exacto de personas afectadas no está claro, la amplia distribución del malware sugiere que fue considerable.
La naturaleza de los datos comprometidos dependía de las cargas útiles secundarias que entregaba Mebroot. Desde el robo de credenciales bancarias hasta la instalación de malware adicional, el daño potencial era enorme. Las pérdidas financieras directas eran difíciles de determinar, pero el impacto sobre la privacidad personal y las operaciones empresariales era significativo.
Las contramedidas a Mebroot implicaron un enfoque doble. Las empresas antivirus desarrollaron herramientas de detección y eliminación, mientras que los proveedores de servicios de Internet trabajaron para identificar y limpiar las máquinas infectadas. A raíz de Mebroot se prestó mayor atención a la seguridad del proceso de arranque, lo que dio lugar a avances en la seguridad informática.
El rootkit Mebroot ilustró la continua carrera armamentística entre los ciberdelincuentes y los profesionales de la ciberseguridad. Mostró la necesidad de una vigilancia y una adaptabilidad constantes frente a unas amenazas en constante evolución.
6. Rootkit Stuxnet
El invasor industrial de 2010
En 2010, un nuevo actor entró en la arena cibernética. El Rootkit Stuxnet, parte del infame gusano Stuxnet, no fue diseñado para robar números de tarjetas de crédito o enviar correos electrónicos de spam. Su objetivo eran los sistemas de control industrial, sobre todo en las instalaciones nucleares iraníes. Existe la creencia generalizada de que Stuxnet fue una creación de entidades patrocinadas por el Estado, marcando una nueva era en la guerra cibernética.
A diferencia de otros rootkits, las víctimas de Stuxnet no fueron individuos o empresas, sino la infraestructura de un país concreto. A pesar de su objetivo localizado, el descubrimiento de Stuxnet tuvo implicaciones globales, revelando el potencial de las ciberarmas en los conflictos internacionales.
Los datos comprometidos no eran de carácter personal o financiero. En su lugar, Stuxnet manipuló sistemas industriales, causando daños físicos a las centrifugadoras del programa nuclear iraní. Aunque las implicaciones financieras son difíciles de cuantificar, el impacto geopolítico fue sustancial.
Las contramedidas a Stuxnet implicaron una compleja respuesta internacional, con empresas de ciberseguridad de todo el mundo apresurándose a analizar y mitigar el gusano. A raíz de ello, se prestó mayor atención a la seguridad de los sistemas de control industrial y se tomó conciencia del potencial de la ciberguerra.
El rootkit Stuxnet demostró el alcance cada vez mayor de las ciberamenazas, que van más allá de los ordenadores personales y se adentran en el ámbito de las infraestructuras críticas. Sirvió como llamada de atención tanto a los gobiernos como a las industrias sobre la importancia de la ciberseguridad.
7. Rootkit Alureon/TDL-4
El demonio perturbador de 2011
En 2011, un amenazador rootkit conocido como Alureon, o TDL-4, comenzó su reinado de disrupción digital. Alureon fue la creación de un grupo anónimo de ciberdelincuentes, mostrando un nuevo nivel de sofisticación en su diseño.
Sus víctimas abarcaban particulares y empresas de todo el mundo, creando una considerable huella de caos a su paso. Alureon era especialmente infame por bloquear Windows Update y neutralizar el software antivirus, dejando indefensas a sus víctimas. El número de personas y entidades afectadas es difícil de precisar, pero dada su naturaleza agresiva, habría sido considerable.
La naturaleza de los datos comprometidos era amplia y abarcaba desde información personal hasta datos financieros. Aunque las cifras de los daños financieros directos siguen siendo escasas, el coste de reparación de los sistemas afectados y el potencial de uso indebido de los datos fueron significativos.
Las contramedidas contra Alureon supusieron un esfuerzo combinado de empresas de seguridad y compañías tecnológicas, que desarrollaron herramientas especializadas para detectar y eliminar este tenaz rootkit. Tras la saga de Alureon, se puso un mayor énfasis en asegurar las vulnerabilidades del sistema que explotaba, lo que llevó a mejorar las prácticas de seguridad.
Alureon sirvió de duro recordatorio de la creciente sofisticación de las ciberamenazas y de la importancia de mantener unas medidas de seguridad informática sólidas y actualizadas.
8. Rootkit ZeroAccess
El bandido de Bitcoin de 2011
También en 2011, el rootkit ZeroAccess estaba ocupado creando su propia marca de caos digital. ZeroAccess fue obra de un grupo desconocido, que lo utilizó para construir una formidable red de bots.
Sus objetivos incluían tanto a particulares como a empresas de todo el mundo. La botnet ZeroAccess se utilizaba para dos fines principales: el fraude por clic y la minería de Bitcoin. Ambas actividades requieren importantes recursos informáticos, que ZeroAccess requisaba a sus víctimas. Aunque es difícil determinar las cifras exactas, la escala de sus operaciones sugiere que probablemente se vieron afectados millones de ordenadores.
Aunque los datos personales o sensibles no eran el objetivo principal de ZeroAccess, el uso no autorizado de los recursos informáticos causó considerables trastornos y posibles pérdidas financieras. Se calcula que sólo el coste de los clics fraudulentos ascendió a millones de dólares, por no mencionar la electricidad utilizada para la minería de Bitcoin.
La lucha contra ZeroAccess fue un esfuerzo de colaboración, en el que empresas tecnológicas, firmas de seguridad y organismos encargados de hacer cumplir la ley se unieron para acabar con la botnet. Esta acción supuso una importante victoria contra los rootkits y demostró el potencial de una cooperación fructífera en la lucha contra las ciberamenazas.
ZeroAccess subrayó las diversas motivaciones que se esconden tras los rootkits, que van más allá del robo de datos y se extienden a otras formas de lucro ilícito. Puso de relieve la necesidad de una vigilancia continua y de unas prácticas de seguridad sólidas para protegerse contra estas amenazas en constante evolución.
9. Rootkit de llama
El experto en espionaje de 2012
En 2012, un nuevo espectro emergió en el horizonte digital: el rootkit Flame. Esta pieza de malware no estaba interesada en obtener beneficios económicos ni en distribuir spam. En su lugar, tenía un objetivo más siniestro: el ciberespionaje. Los creadores de Flame siguen siendo desconocidos, pero su nivel de sofisticación sugiere que probablemente estaba patrocinado por un Estado.
Los objetivos de Flame eran muy específicos, centrándose en países de Oriente Próximo, especialmente Irán, para sus operaciones de espionaje. Su objetivo era recopilar información sensible, desde documentos hasta grabaciones de audio, lo que lo convertía en una potente herramienta para la guerra de la información. Aunque el número de sistemas afectados fue relativamente pequeño en comparación con otros rootkits, la naturaleza sensible de los datos que Flame tenía como objetivo hizo que su impacto fuera significativo.
Aunque las pérdidas financieras no suelen asociarse con Flame, las implicaciones geopolíticas fueron profundas. Los datos robados podrían haberse utilizado para diversos fines, desde influir en negociaciones diplomáticas hasta obtener una ventaja estratégica en conflictos.
Las contramedidas contra Flame supusieron el esfuerzo de colaboración de empresas de ciberseguridad de todo el mundo, que analizaron el rootkit y desarrollaron herramientas de detección y eliminación. Tras el ataque se renovó la atención prestada a la seguridad de los sistemas frente a amenazas tan sofisticadas y se reconoció el ciberespacio como una nueva frontera en el espionaje internacional.
El rootkit Flame sirvió como un duro recordatorio de las capacidades en expansión de las ciberamenazas, que se extienden más allá del robo de datos personales o financieros al ámbito del espionaje patrocinado por el Estado.
10. Uroburos Rootkit
El devorador de datos de 2014
El año 2014 vio la llegada del rootkit Uroburos, una pieza de malware particularmente avanzada que se cree que está patrocinada por el Estado. Sus orígenes exactos siguen siendo desconocidos, pero su complejidad y sus objetivos sugieren que una entidad con buenos recursos estaba detrás de él.
Uroburos tenía como objetivo instituciones de alto perfil, desde empresas a organizaciones gubernamentales, con especial atención al robo de datos. El alcance geográfico de este rootkit era amplio, pero su selección de objetivos hizo que el número de víctimas fuera menor que el de otros rootkits. Sin embargo, el alto valor de los datos comprometidos hizo que su impacto fuera sustancial.
Las implicaciones financieras de Uroburos son difíciles de cuantificar, pero el robo de datos sensibles podría provocar pérdidas significativas, tanto en términos de coste financiero como de ventaja estratégica. La naturaleza de los datos robados variaba, pero incluía información confidencial corporativa y gubernamental.
Las contramedidas contra Uroburos implicaron el esfuerzo colectivo de empresas de ciberseguridad para analizar, detectar y eliminar el rootkit. A raíz de ello, se puso un mayor énfasis en asegurar los sistemas contra este tipo de amenazas avanzadas, especialmente en las instituciones de alto perfil.
Uroburos subrayó la creciente sofisticación de los rootkits y su potencial para realizar ataques selectivos y estratégicos. Sirvió como recordatorio de la importancia crucial de unas medidas de ciberseguridad sólidas, especialmente para las organizaciones que manejan datos sensibles.
Conclusión
Como hemos explorado, el mundo de los rootkits es sombrío, lleno de invasores invisibles y amenazas ocultas. Sin embargo, no está indefenso ante estos bandidos digitales. He aquí algunas medidas prácticas que puede tomar para salvaguardar su vida digital:
- Actualice sus dispositivos con regularidad: Mantener sus dispositivos actualizados es como dar a su casa una mano de pintura fresca y arreglar cualquier ventana rota: ayuda a mantener alejados a los malos. Las actualizaciones suelen incluir parches para vulnerabilidades conocidas que los rootkits pueden aprovechar.
- Invierta en un software antivirus de confianza: Piense en el software antivirus como en su guardaespaldas digital personal, que le vigila constantemente las espaldas y le mantiene a salvo. Elija un uno de los mejores antivirus para Windows 11, como Norton, Bitdefender, McAfee, Panda, o Kaspersky, y asegúrese de que esté siempre actualizado.
- Manténgase informado: El conocimiento es poder. Cuanto más entienda sobre las amenazas a las que se enfrenta, mejor preparado estará para hacerles frente.
Para obtener más información sobre los rootkits y cómo protegerse, considere consultar estos recursos de ciberseguridad de confianza:
- US-CERT: Equipo de preparación para emergencias informáticas de los Estados Unidos
- Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras (CISA)
- Agencia de Ciberseguridad de la Unión Europea (ENISA)
- Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido
- Blog de seguridad de Microsoft
- Blog de seguridad de Kaspersky
Recuerde, en la batalla contra los rootkits y otras ciberamenazas, no está solo. Hay toda una comunidad de profesionales de la seguridad trabajando incansablemente para proteger el mundo digital. Manteniéndose informado y tomando medidas proactivas, puede ayudar a que su trabajo sea un poco más fácil y su vida digital mucho más segura.
Feliz surf, y ¡manténgase a salvo ahí fuera!

Autor: Tibor Moes
Fundador y redactor jefe de SoftwareLab
Tibor ha probado 39 programas antivirus y 30 servicios VPN, y posee un certificado de posgrado en ciberseguridad de la Universidad de Stanford.
Utiliza Norton para proteger sus dispositivos, CyberGhost para su privacidad y Dashlane para sus contraseñas.
Puede encontrarle en LinkedIn o ponerse en contacto con él aquí.
Software de seguridad
Mejor antivirus para Windows 11
Mejor antivirus para Mac
Mejor antivirus para Android
Mejor antivirus para iOS
Mejor VPN para Windows 11
Artículos relacionados
Adware
Antivirus
Ataque DDoS
Botnet
Cibercrimen
Gusano informático
Hacking
Ingeniería social
Malware
Phishing
Ransomware
Registrador de teclas
Robo de identidad
Rootkit
Scam
Spam
Spoofing
Spyware
Troyano
Virus informático