¿Qué es una botnet (red zombi)? Los 6 ejemplos más terribles
Por Tibor Moes / Actualizado: enero 2024
Los botnets representan una importante amenaza para la ciberseguridad, ya que aprovechan las redes de dispositivos comprometidos para lanzar ataques generalizados y perturbadores.
En este artículo, exploraremos seis de los ataques de botnet más devastadores de la historia, arrojando luz sobre su impacto y las lecciones aprendidas de ellos.
¿Qué es una botnet? Una botnet es un grupo de ordenadores controlados a distancia por un pirata informático que utiliza sus recursos combinados para llevar a cabo ataques contra sitios web, redes informáticas y servicios de Internet. Si su ordenador está infectado con malware, es posible que forme parte de una botnet.
- Botnet Storm (2007): Esta botnet era conocida por sus campañas masivas de correo electrónico. En un día de 2007, envió la cifra récord de 57 millones de correos electrónicos.
- Conficker (2008): Una red de bots que aprovechaba las vulnerabilidades de Windows, Conficker controlaba potencialmente hasta 10 millones de ordenadores.
- Zeus (2009): Especializado en robos financieros, Zeus comprometió más de 74.000 cuentas FTP en varios sitios web de alto perfil.
- Cutwail (2009): Una de las mayores redes de bots de spam, Cutwail utilizó hasta 2 millones de ordenadores para enviar 74.000 millones de mensajes de spam al día.
- Miraibotnet (2016): Esta botnet, dirigida a dispositivos IoT, acumuló alrededor de 500.000 dispositivos comprometidos para lanzar ataques DDoS.
- Emotet (2014-2020): Empezando como un troyano bancario, Emotet evolucionó hasta convertirse en un costoso malware, con incidentes cuya reparación costó hasta un millón de dólares cada uno.
No deje que su PC forme parte de una botnet. Proteja sus dispositivos con el mejor software antivirus y su privacidad con la mejor VPN.
Ejemplos de botnet
1. Botnet Storm (2007)
En 2007, el mundo digital fue testigo de una asombrosa muestra del poder destructivo de las redes zombi con la Storm Botnet. Este coloso cibernético, en un día especialmente notorio, orquestó un bombardeo de correos electrónicos como ningún otro, enviando la cifra récord de 57 millones de correos electrónicos en un periodo de apenas 24 horas.
Esta cifra, destacada por Fast Company, subraya la inmensa escala y eficacia de la botnet. La red zombi Storm Botnet, llamada así por las líneas de asunto relacionadas con tormentas que utilizaba en sus correos electrónicos, utilizaba estos mensajes para propagar malware y ampliar su red de ordenadores infectados.
Esta oleada masiva de correos electrónicos no sólo demostró el vasto alcance de la red de bots, sino que también puso de relieve una sombría realidad de la era de Internet: la rapidez y sigilo con que puede propagarse el software malicioso, convirtiendo a ordenadores corrientes en cómplices involuntarios de ciberataques generalizados.
2. Conficker (2008)
El año siguiente, 2008, fue testigo de la aparición de otra formidable ciberamenaza: la botnet Conficker. Según F-Secure, una empresa de ciberseguridad, Conficker acumuló potencialmente un ejército de zombis formado por entre nueve y diez millones de ordenadores comprometidos. Esta asombrosa cifra ilustra la enorme magnitud de la infiltración de la red de bots.
Conficker, también conocido como Downup, Downadup y Kido, aprovechaba los puntos débiles de Microsoft Windows para infectar ordenadores y enlazarlos en una vasta red encubierta. La capacidad de la botnet para secuestrar millones de ordenadores en todo el mundo no sólo supuso una importante amenaza para la ciberseguridad individual y de las organizaciones, sino que también señaló una preocupante evolución en la sofisticación y el alcance de las actividades de los ciberdelincuentes.
La escala del alcance de Conficker, que convirtió silenciosamente dispositivos cotidianos en componentes de una red masiva y controlada, sirvió como llamada de atención sobre las vulnerabilidades inherentes a nuestro mundo digital interconectado.
3. Zeus (2009)
En 2009, el mundo cibernético se vio sacudido por el descubrimiento de Zeus, una botnet que resultó ser mucho más insidiosa de lo que se había imaginado. Según The Tech Herald, una investigación realizada en junio de 2009 reveló que Zeus había comprometido más de 74.000 cuentas FTP.
No se trataba de un conjunto aleatorio de sitios web; la lista incluía nombres de alto perfil como Bank of America, NASA, Monster.com, ABC, Oracle, Play.com, Cisco, Amazon y BusinessWeek. Esta sorprendente revelación arrojó luz sobre las sofisticadas capacidades de la red de bots para infiltrarse y extraer información sensible de una diversa gama de víctimas.
Zeus, conocido principalmente por atacar sistemas bancarios en línea, demostró una habilidad aterradora para burlar las medidas de seguridad, lo que provocó importantes violaciones financieras y de datos.
La exposición de su vasto alcance fue un sombrío recordatorio de la escalada de amenazas en el mundo digital, donde incluso los sitios web más seguros pueden ser presa de ciberataques meticulosamente orquestados.
4. Cutwail (2009)
Mientras tanto, 2009 también fue testigo del notorio ascenso de Cutwail, una especie diferente de botnet, conocida por sus colosales capacidades de envío de spam. Las investigaciones de la Universidad de California en Santa Bárbara y los datos del proveedor de seguridad MessageLabs pintaron un panorama asombroso de las operaciones de Cutwail.
La red de bots, compuesta por unos 1,5 a 2 millones de ordenadores individuales, tenía la capacidad de enviar la friolera de 74.000 millones de mensajes de spam al día. Para ponerlo en perspectiva, eso supone unos 51 millones de mensajes de spam cada minuto, lo que representa el 46,5% del volumen mundial de spam en ese momento. El frenesí de spam de Cutwail no sólo atascó las bandejas de entrada de todo el mundo, sino que también sirvió de vehículo para distribuir malware y campañas de phishing.
El enorme tamaño de la botnet y su ritmo de producción pusieron de relieve un problema importante en el mundo cibernético: la facilidad con la que los actores maliciosos pueden aprovechar vastas redes de ordenadores desprevenidos para propagar el caos digital y la perturbación a una escala sin precedentes.
5. Miraibotnet (2016)
En 2016, el mundo de la ciberseguridad conoció un nuevo tipo de amenaza con la aparición del Miraibotnet. A diferencia de sus predecesoras, Miraibotnet tenía como objetivo específico los dispositivos del Internet de las Cosas (IoT). Según Netscout, la red botnet Mirai original estaba formada por unos 500.000 dispositivos IoT comprometidos en todo el mundo.
Se trataba de un avance innovador y preocupante. La estrategia de Mirai consistía en infectar dispositivos como cámaras digitales y reproductores DVR, convirtiéndolos en un formidable ejército de bots. Esta red de bots, al explotar las vulnerabilidades de los dispositivos IoT que a menudo se pasaban por alto en términos de seguridad, mostró una nueva y aterradora frontera en las ciberamenazas.
La escala de esta red significó un cambio sísmico en el panorama de los ciberataques, poniendo de relieve la creciente vulnerabilidad del mundo digital, cada vez más interconectado, en el que incluso dispositivos aparentemente inofensivos pueden convertirse en armas para lanzar ataques masivos de denegación de servicio distribuido (DDoS).
6. Emotet (2014-2020)
Emotet, operativo desde 2014 hasta 2020, representa otro oscuro capítulo en los anales de la ciberdelincuencia. Como informó Heimdalsecurity, las infecciones de Emotet demostraron ser no sólo perturbadoras, sino también asombrosamente caras, con costes para los gobiernos estatales, locales, tribales y territoriales (SLTT) que alcanzaron hasta un millón de dólares por incidente para su remediación.
Este peaje financiero subraya el impacto devastador de la botnet, que evolucionó de un simple troyano bancario a un sofisticado servicio de distribución de malware. El modus operandi de Emotet consistía en propagarse a través de correos electrónicos de phishing y luego instalar otros tipos de malware, lo que provocó amplias violaciones de datos, pérdidas financieras y una importante interrupción de los servicios.
Los costes asociados a los incidentes de Emotet reflejan los amplios recursos necesarios para hacer frente a las secuelas de sus ataques, desde la restauración del sistema y las mejoras de seguridad hasta la mitigación de pérdidas.
El legado de Emotet es un recordatorio aleccionador de la devastación económica y operativa que el malware sofisticado puede infligir a los sectores público y privado por igual.
Conclusión
La historia de las botnets, ejemplificada por la botnet Storm, Conficker, Zeus, Cutwail, Miraibotnet y Emotet, ilustra vívidamente la amenaza evolutiva y persistente que estas redes suponen para la seguridad digital.
Desde el envío de miles de millones de correos electrónicos de spam hasta el robo de datos financieros confidenciales y el control de dispositivos IoT para ataques DDoS masivos, las redes de bots han demostrado su capacidad para causar trastornos generalizados e importantes daños financieros. Estos ejemplos subrayan la necesidad crítica de una vigilancia constante y de medidas de seguridad sólidas frente a las ciberamenazas en constante avance.
A la luz de estas amenazas, especialmente para los usuarios de Windows 11, invertir en un software antivirus fiable nunca ha sido tan crucial. Marcas como Norton, Avast, TotalAV, Bitdefender, McAfee, Panda y Avira ofrecen protección avanzada contra una amplia gama de ciberamenazas, incluidas las que plantean las redes de bots.
Estas soluciones antivirus proporcionan mecanismos de defensa en tiempo real, actualizaciones periódicas para hacer frente al malware más reciente y análisis exhaustivos del sistema para detectar y neutralizar las amenazas. Al elegir un producto antivirus de confianza, los particulares y las organizaciones pueden reforzar significativamente sus defensas contra las sofisticadas y diversas amenazas que presentan las redes de bots modernas.
Esta inversión en ciberseguridad no es sólo una medida de protección; es un componente esencial de la administración digital responsable en un mundo cada vez más interconectado.
Fuentes
- Fastcompany.com
- Archivo.f-secure.com
- thetechherald.com
- web.archive.org
- Netscout.com
- Heimdalsecurity.com
Autor: Tibor Moes
Fundador y redactor jefe de SoftwareLab
Tibor ha probado 39 programas antivirus y 30 servicios VPN, y posee un certificado de posgrado en ciberseguridad de la Universidad de Stanford.
Utiliza Norton para proteger sus dispositivos, CyberGhost para su privacidad y Dashlane para sus contraseñas.
Puede encontrarle en LinkedIn o ponerse en contacto con él aquí.
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